Los 'ultras' bolivianos serán llevados dentro de un mes a algún país de Latinoaménica
Cinco de los militares y policías golpistas bolivianos implicados en el secuestro del presidente de Bolivia, Hernán Siles Zuazo, ocurrido el pasado 30 de julio, serán trasladados próximamente desde Madrid a una "ciudad española más discreta, que permita mayor protección, hasta que sean deportados a otro país, seguramente latinoamericano, aproximadamente dentro de un mes", según fuentes solventes del Ministerio de Asuntos Exteriores.Los militares y policías mencionados declinaron ayer hacer cualquier tipo de declaraciones, "puesto que tenemos prohibido hablar con la Prensa en España, y ahora mismo eso podría perjudicarnos".
Los golpistas bolivianos se encuentran actualmente en un céntrico hotel de Madrid desde hace una semana y han recibido instrucciones para hablar exclusivamente con familiares y representantes de los ministerios de Asuntos Exteriores e Interior, este último encargado de su seguridad en España.
Los militares y policías bolivianos han recibido de las autoridades españolas un permiso de residencia temporal y deben presentarse cada ocho días en una dependencia de la policía. Las autoridades españolas han accedido a conceder este "alojamiento temporal" a los golpistas bolivianos como deferencia hacia el Gobierno de Venezuela, país que ha acogido a 10 etarras deportados por Francia.
Los ultras trasladados a España habían permanecido hasta su reciente llegada a Madrid en la Embajada de Venezuela en la capital boliviana, La Paz. Se trata del teniente de la Policía Militar Celso Campos, el teniente coronel Germán Linares y los capitanes Pablo Vargas Aranda, Carlos Barriga Montaño y Rafael Vargas Barriento.
Los golpistas bolivianos han estado visitando estos días Madrid y algunas localidades turísticas próximas a la capital de España y degustando los platos típicos españoles.
Las autoridades españolas tratan de mantener la permanencia de los deportados bajo el más estricto secreto, pues temen algún atentado contra los golpistas; y, especialmente, para no crear conflictos diplomáticos con países que están acogiendo a terroristas de ETA deportados por Francia.
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