El Gobierno israelí se prepara para hacer frente a los conflictos derivados de la austeridad
El Gobierno israelí se prepara para hacer frente a los conflictos sociales que acompañan a las medidas de austeridad económica, mientras, por su parte, los expertos de la comisión de control enviados por el presidente norteamericano, Ronald Reagan, establecerán un sistema de análisis para que el régimen de austeridad sea verdaderamente llevado a cabo por las autoridades de Jerusalén.
El primer ministro israelí, Simón Peres, a su regreso de Washington, comunicará a sus colegas el luries 15 de octubre que la ayuda finariciera prometida por Estados Unidos dependerá del régimen de austeridad que cree Israel y se sienia capaz de aplicar. La Administración norteamericana se habría declarado dispuesta a conceder 4.000 millones de dólares para un fondo de urgencia destinado a repescar, durante dos años, si es necesario, la economía israelí.
Además, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, según algunas fuentes, ha aceptado entregar los 1.200 millones de dólares (unos 84.000 millones de pesetas) de ayuda económica.
La Administración de Ronald Reagan no comenzará a distribuir sus concesiones más que después de haber recibido una señal favorable por parte de la comisión de expertos.
El fondo de ayuda de urgencia concedido por Estados Unidos será una especie de salida destinada a responder durante dos años, si es necesario, de la economía del país cuando las reservas de divisas en Israel no son demasiado fuertes.
El objetivo de siempre
El término paro es tabú dentro del léxico oficial israelí. Los objetivos de todos los Gobiernos israelíes fue y sigue siendo el crecimiento continuo de la emigración de judíos, de donde proviene la necesidad de crear sin cesar nuevos puestos de trabajo. "No habrá paro", dicen los líderes israelíes. Pero, sin embargo, la realidad económica no tiene en cuenta este tipo de tabúes.
En un mes solamente el número de parados se ha duplicado prácticamente. Todos los ministros del Gobierno lo saben, pero prefieren no tratar el tema, considerándolo como una especie de enfermedad vergonzosa.
La comisión económica interministerial aceptó tácitamente el veredicto de los especialistas (entre los que figuraban una serie de profesores y otros expertos), en el cual se señalaba que no es necesario reducir el poder de compra de los israelíes.
La Administración nortemericana no comenzará a distribuir su ayudas hasta que haya recibido un aviso favorable por parte de de la comisión de expertos enviados de Jerusalén para verificar que las medidas económicas de restriccion seran llevadas a cabo.
Uno de los problemas del Gobierno de coalición formado por Simón Peres e Isaac Shamir es la contradicción que se establece entre su intención, previamente declarada, de reducir los gastos de la Administración pública y el nivel de vida de los israelíes.
Los miembros de la comisión de control enviados por el presidénte norteamericano, Ronald Reagan, vigilarán, así pues, para que el régimen de austeridad económica sea perfectamente aplicado.
"La reestructuración económica no puede provenir más que de su dolor. En caso contrario, el niño nacera muerto", decía a este corresponsal un diplomático de Estados Unidos.
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