Acaba sin progresos la tercera ronda de la conferencia de Estocolmo
La conferencia de Estocolmo destinada a crear medidas de seguridad y confianza en Europa (CDE), concluyó ayer en Estocolmo su tercera ronda sin haber logrado, como ya se preveía, progresos en sus objetivos. En opinión del jefe de la delegación española, el embajador Máximo Cajal, ésta ha sido una etapa de transición en la que se ha profundizado el diálogo y se han aclarado aspectos sobre los distintos documentos que se han presentado al plenario desde su inicio en enero. Factores propios y externos han condicionado, según Cajal, el desarrollo de este tercer período. Entre los primeros, la existencia de cuatro propuestas distintas (la de los países de la OTAN, la de Rumanía, la de los países neutrales y no alineados y la del Pacto de Varsovia) y el sabor amargo que dejó el fracaso de la iniciativa sueca, al cierre de la segunda etapa, sobre la creación de dos grupos de trabajo, que la delegación española comparte y apoya. Entre los externos, las elecciones norteamericanas y las expectativas creadas en torno a la mejora de las relaciones entre las superpotencias.
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