El Ayuntamiento de Alicante aprueba un plan de protección urbanística para la isla de Tabarca
El Ayuntamiento de Alicante ha aprobado un plan especial de protección urbanística para la isla de Tabarca -perteneciente al municipio alicantino, de cuyo puerto dista 10 millas-, que fue declarada conjunto histórico artístico por el Decreto 2.802, de 17 de agosto de 1964. La isla es visitada anualmente por cerca de un millón de turistas, que se desplazan hasta Tabarca para pasar el día, desde los puertos de Alicante y Santa Pola. El plan especial contempla, en varios anexos informativos, la posibilidad de dotar a Tabarca de un camping, así como la mejora de los servicios más elementales. Igualmente se acondicionará un caserío existente en la zona denominada El Campo, para usos turísticos.
El plan especial, que obtuvo la aprobación del pleno celebrado por la corporación el pasado día 5, declara como no urbanizable la mayoría de las 43 hectáreas de superficie de esta isla, y planifica el desarrollo urbanístico de las 5,3 hectáreas donde se asienta el pueblo amurallado, perfectamente conservado, que construyó Carlos III.
De esta manera, el Ayuntamiento aleja la especulación turística que ha transformado completamente toda la costa mediterránea, "para procurar conservar un medio natural casi único, que no ha sufrido la agresión humana en comparación con el resto de la costa", según explica el teniente de alcalde de Urbanismo, Alfonso Arenas. Hasta ahora, el suelo de Tabarca estaba considerado como turístico, por lo que en distintas ocasiones, durante la década anterior, se pretendió levantar una urbanización y un centro recreativo en la isla. El proyecto fue rechazado sistemáticamente por las corporaciones del régimen anterior.
El proyecto aprobado en Alicante establece un calendario de mejoras en los servicios y dotaciones de la isla a desarrollar en los próximos cuatro años. Su objetivo es frenar la emigración de los isleños. Los tabarquinos, que han vivido tradicionalmente de la pesca, practicando el arte de la almadraba para la captura del atún, han venido abandonando Tabarca en los últimos años. En la actualidad reside un centenar de personas, pero las incomodidades del lugar y la desaparición de este arte de pesca reducen la población a 60 vecinos en invierno.
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