Los gastos del Papa
Hace veinte siglos, Judas se escandalizó porque María Magdalena ungió con un valioso perfume los pies de Jesús. La actitud de Judas, maquillada de justicia y piedad, mereció el duro reproche de Jesucristo. Recientemente, Santiago S. Torrado -director de Cáritas, Vicaría IV- se escandalizaba, en las Cartas al director, de EL PAÍS, por el gasto "que va a suponer la corta estancia del Papa en Zaragoza". Los mismos argumentos que en su día esgrimió Judas. Veinte siglos después servían al lamento de Santiago S. Torrado.
Mientras, ningún reproche, ningún disgusto, ninguna protesta por las afrodisiacas e isleñas vacaciones de ciertas personalidades, ni la más leve condena de las exclusivas y ventajosas condiciones ofrecidas a los afiliados de cierto sindicato para el uso y goce de los hoteles del Estado.
A piedra de escándalo, pomada de historia.-
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