Grandes medidas de seguridad al zarpar de Cherburgo el barco con plutonio destinado a Japón

El buque japonés Seishin Maru que transporta 250 kilogramos de plutonio con destino a Japón, partió en la tarde de ayer del puerto miliar francés de Cherburgo con un excepcional despliegue de medidas de seguridad, en las que participan las marinas francesa, japonesa y norteamericana. El cargamento de plutonio ha provocado intensas reacciones internacionales, debido a los riesgos de contaminación y de robo del material nuclear, y al coste que supone su protección. El barco iba escoltado por navíos militares franceses. El mal estado actual del mar en la zona hizo temer que hubiera que retrasar la partida del barco, lo que finalmente no ocurrió.

Las operaciones de carga del material radiactivo empezaron en la mañana de ayer. El combustible llegó en la madrugada anterior a la ciudad de Cherburgo, donde, en previsión de que se produjeran manifestaciones contra el transporte, la policía impidió la circulación por todas las calles por las que tenía que pasar el cargamento. El plutonio que lleva el barco japonés está distribuido en seis contenedores especiales que, una vez dispuestos en la bodega del buque, fueron conectados a un sistema de vigilancia electrónica. El plutonio es un producto de fusión que puede ser peligroso, por la radiactividad que emite, pero es también un producto de importancia estratégica, puesto que se puede utilizar para la fabricación de bombas atómicas. Los contenedores en que se encuentra están diseñados para no dejar pasar radiactividad, y son resistentes a los choques, la inmersión y el fuego.

El plutonio ha sido enriquecido en las instalaciones de La Hague en el norte de Francia. Procede del retratamiento de combustible utilizado en centrales nucleares japonesas, y está destinado al reactor experimental, del tipo regenerador (breeder) de Joyo, en Japón.

Varios barcos y un satélite militar

El barco Seishin Maru será escoltado por buques de guerra franceses y británicos, y posteriormente por la Armada estadounidense, mientras un satélite estadounidense controlará todas estas operaciones desde el espacio, como medida complementaria de seguridad. En París, un portavoz de la organización ecologista Greenpeace ha protestado por las "condiciones militares" en que se está desarrollando la operación, y ha señalado que "se teme un ataque por parte de un grupo o de un Estado terrorista". Greenpeace recordó que el reciente hundimiento del carguero Mont Louis con material radiactivo a bordo ha puesto de relieve la peligrosidad del transporte marítimo de estos productos.

Acerca de la utilización del plutonio en Japón, Cogema, la sociedad que se encarga del enriquecimiento del combustible nuclear en Francia, manifestó ayer, en un comunicado hecho público en París, que Japón se somete a los controles de la Agencia Internacional para la Energía Atómica y que firmó en 1976 el tratado de no proliferación nuclear.

Un portavoz del Gobierno francés afirmó que este plutonio no se puede utilizar para la fabricación de armas nucleares, debido a que su calidad sólo lo hace apto para usos civiles, pero que, por razones de seguridad, el cargamento seguiría la ruta del canal de Panamá en vez de la del canal de Suez y el mar Rojo.

Dos años de negociaciones

El barco Seishin Maru es un navío dotado con equipos especiales para el transporte de sustancias radiactivas. El pasado 18 de agostó salió del puerto de Yokohama (Japón) y el 15 de septiembre cruzó el canal de Panamá en dirección a Europa. Estados Unidos vendió a Japón la partida de uranio enriquecido que fue utilizada como combustible y de la que procede este plutonio. Los dos países han negociado durante dos años la forma de transporte del plutonio para evitar su robo.

El itinerario que va a seguir el navío japonés se mantiene en secreto, aunque en principio deberá evitar todas las zonas con fondo mayor de los 2.000 metros, profundidad donde se da la presión máxima que pueden soportar los contenedores.

Las excepcionales medidas de seguridad que rodearon las operaciones de carga de los contenedores hicieron que las tareas se realizasen lentamente.