Pretensión metafísica para un 'ballet'

El teatro de Frederik Vanmelle es un asiduo visitante de España: sus espectáculos, derivados del mimo, han sido siempre muy apreciados por su brillantez, su ingenio y su calidad estética. El que presenta ahora, Ángeles en el desierto, es principalmente una reminiscencia de algunas de sus creaciones. Lo ha creado con un grupo de mexicanos jóvenes, bien preparados físicamente, y le ha dado unas características de ballet, con una pretensión metafísica que a veces aparece en las creaciones contemporaneas de ese genero que sirve, sobre todo, de estudio de posturas y gestos atávicos.

La belleza de las máscaras

Dentro de la belleza de sus máscaras y trajes, del buen manejo de la luz y de la música utilitaria de Lucía Álvarez-, parece muy escaso de imaginación, aunque tenga la participación de toda la compañía en el proceso creativo", según dice el programa. Comprimido, eliminadas sus reiteraciones, repeticiones y momentos muertos, podría constituir un buen cuarto de hora dentro de un espectáculo. Pretende demasiado al constituirlo por sí solo.

El grupo de Frederik Vanmelle tuvo un buen éxito el día de su estreno. Fue aplaudido, respetado. Y dejó la sensación de lo ya visto otras veces y de la insuficiencia.