El doctor Malo tenía unos informes sobre presunta desasistencia de ASISA a enfermos

El médico Juan Carlos Malo, fallecido en Madrid el pasado 22 de septiembre después de recibir tres puñaladas, tenía en su poder una relación de informes parciales, "todos muy bien documentados", sobre presunta desasistencia a enfermos por parte de la sociedad médica ASISA, en la que trabajaba, según manifestó ayer una persona directamente vinculada a la familia de la víctima. Por otra parte, la misma fuente aseguró que los parientes del doctor no han sido citados a declarar en el juzgado que instruye las diligencias en torno al homicido y la familia "todavía no ha decidido si se personará en la causa como acusación privada".El supuesto informe de Malo, puede tratarse de una relación de casos concretos en los que la sociedad médica citada podría haber incurrido en desasistencia a algunos enfermos, según consta en los papeles que el doctor tenía. En algunos de los casos, que, que según la misma fuente, son puntualmente citados, el propio Malo "tuvo que pagar de su bolsillo la asistencia adecuada a los pacientes, puesto que la sociedad se oponía, por considerar que el doctor se excedía en la asistencia a los enfermos". La misma fuente de la familia del doctor asesinado aseguró "que éste es todo el litigio que Malo mantenía con la sociedad médica y es la única documentación que se ha encontrado tras revisar detallamente todos sus papeles".

Juan Carlos Malo había visita- do la agencia Efe el pasado 6 de septiembre y se había ofrecido para revelar informaciones acerca de presuntas irregularidades cometidas por ASISA, a cuyos afiliados pasaba consulta por las tardes, después de trabajar en el de partamento de Traumatología de la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social La Paz y en la sociedad médica Sanitas.

"Había llegado su hora"

La familia Malo, pese a las numerosas contradicciones que se han advertido en el curso de la investigación policial, considera que el móvil del crimen fue un simple atraco, aunque en el transcurso del mismo no le robaran nada. "Un profesional contratado especialmente para matar al doctor le habría rematado y no habría actuado delante de un testigo", afirmó. La impresión resignada de los parientes del médico se resume en que "tuvo mala suerte y había llegado su hora". "El doctor Malo", según afirmó la misma persona vinculada a la familia de la víctima, "llegó demasiado tarde al hospital. Se perdió casi una hora y cuarto en el traslado de la casa de socorro de La Latina al Hospital Clínico, donde fue intervenido".

Por otra parte, Andrés Rodríguez Villa, director gerente de la sociedad médica ASISA, afirmó ayer que "la sociedad no tiene nada que esconder. Las relaciones entre esta entidad y el médico no tienen nada que ver con su desgraciada muerte, como se quiere hacer ver. Los problemas con Malo quedaron zanjados tras una reunión que se celebró el pasado mes de septiembre y a la que asistió un representante del Colegio de Médicos".

La sociedad médica desconocía, según Andrés Rodríguez, hasta días despues de su muerte, la existencia de un informe sobre presuntas irregularidades en la entidad.

La comisión delegada de médicos de ASISA suspendió, el pasado 7 de junio, a Malo de la activtdad médica por un plazo de tres años por supuesto exceso de asistencia en el caso de tres pacientes.

Malo, que, según su familia, estaba indignado por el expediente, había afirmado que prefería abandonar su profesión antes que ser considerado un médido dudoso. Por este motivo, presentó en el juzgado de distrito número 15 de Madrid una reclamación civil a la sociedad médica citada por cantidades superiores a los tres millones de pesetas. El acto de conciliación entre la empresa y el traumatólogo estaba fijado para el día 25, tres días después de que el medico fuera asesinado.