Instalaciones vanguardistas en el nuevo centro funerario de Madrid, inaugurado ayer

El alcalde de Madrid, Enrique Tierno, inauguró ayer, a las 14 horas, el nuevo centro funerario de la ciudad, La Nueva Sede, instalado en la autovía de circunvalación M-30, frente al Parque de las Avenidas. Ha sido concebido "para desdramatizar el ya de por sí dramático hecho de la muerte", según Luis Núñez, director del centro. El complejo está dotado de las instalaciones más vanguardias existentes en otros países del mundo, como Estados Unidos o Suecia.

Consta de dos edificios unidos por un pasillo. Uno de ellos alberga las oficinas de contratación, donde se eligen los servicios funerarios. En el otro edificio están instaladas las dependencias de gestión de todos los servicios funerarios. En el pasillo que une ambas edificaciones se hallan 26. tanatosalas o velatorios, 13 a cada lado de una placita que tiene una fuente en el centro. Un total de 365 personas trabajarán en la nueva sede funeraria.La construcción de La Nueva Sede, que tiene una superficie de 25.000 metros, duró 18 meses y contó con un presupuesto de 900 millones de pesetas. Desde finales de 1979 se empezó a gestar las idea de crear un nuevo centro funerario municipal en sustitución del existente en la calle de Galileo. Las paredes, blancas, están decoradas con grabados y litografías de artistas contemporáneos españoles; entre ellos, Palazuelo, Canogar, Saura.

"Para la realización de la nueva sede de los servicios funerarios de Madrid nos hemos inspirado en los cementerios norteamericanos o los suecos", asegura Luis Núñez. El complejo fue diseñado por Antonio Fernández Alba, premio nacional de Arquitectura.

"Cualquier persona, presentando un certificado de defunción, puede contratar los servicios funerarios en La Nueva Sede", informa uno de los empleados. "Aquí le ofreceremos una gama de 11 modelos de féretros para adultos o tres para niños, cuyos precios oscilan entre las 55.000 pesetas y las 200.000, o hasta incluso puede salir gratis a las personas que presenten un certificado de pobreza expedido por el ayuntamiento"

La contratación se realiza gracias a los más modernos medios electrónicos: mediante un ordenador y en contacto directo con los automóviles funerarios por medio de radioteléfonos. Incluye el traslado de los féretros al domicilio y posteriormente del cadáver al cementerio. Por 23.000 pesetas más se puede contratar también el alquiler durante 24 horas de las tanatosalas o velatorios.

Tanatosalas

En las tanatosalas, el féretro descansa sobre un pedestal de mármol que está instalado dentro de un habitáculo refrigerado que mantiene la temperatura a 4º centígrados.

Los parientes pueden ver el cadáver a través del cristal de una ventana en forma de circunferencia de dos metros de diámetro. Estas salas están "decoradas con gusto, pero con sobriedad", tal como las definió el director de La Nueva Sede.

En el sótano se encuentra el almacén de féretros, donde 3.000 de ellos esperan el día en que vayan a ser utilizados. "Hay que tener en cuenta", afirma el encargado del almacén, "que en Madrid mueren 26.000 personas al año, unas 70 diarias".

Los trajes de los empleados son de color vino burdeos, al igual que todo el parque móvil, que cuenta con un total de 48 automóviles fúnebres, 23 de los cuales acaban de ser adquiridos. Los vehículos no cuentan con ningún signo religioso; exclusivamente llevan el anagrama de La Nueva Sede pintado en color verde sobre las portezuelas. "Sin embargo, dentro de unos cinco años habrá que construir otro centro", puntualiza Luis Núñez, "porque de lo contrario no podremos abastecer a toda la demanda de la ciudad".

Las instalaciones cuentan con 12 cámaras frigoríficas, cafeterías, restaurante y otros servicios, entre ellos la venta de flores y coronas. Igualmente, se encuentran en el complejo las oficinas de la Empresa Mixta Funeraria, en la que el Ayuntamiento de Madrid cuenta con un 51% del capital.