Felipe Gonzalez insinúa que la oposición quiere influir en la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la LODE

El presidente del Gobierno, Felipe González, dio ayer a entender, sin mencionarlo expresamente, que la manifestación que prepara la oposición conservadora para finales del mes de noviembre en torno a la libertad de enseñanza tiene como objeto influir en la decisión del Tribunal Constitucional sobre la ley orgánica del Derecho a la Educación. (LODE). El presidente González realizó estas declaraciones durante una conversación mantenida con los informaciones en Cáceres, ádonde se desplazó para inaugurar, junto con el ministro de Educación, José María Maravall, el nuevo curso escolar. Felipe González dijo: "Me parece normal y lógico que haya movilizaciones callejeras para protestar contra el Gobierno o contra la LODE. Pero ahora el Gobierno no está con está ley, porque ya la ha aprobado y remitido a las Cortes. Tampoco está en el Parlamento. Está en el Tribunal Constitucional pendiente de sentencia y esa manifestación no se realiza ni contra el Gobierno ni contra la localidad cacereña de Coria a primera hora de la mañana de ayer, en helicóptero acompañado por el titular de Educación, José María Maravall, por el secretario particular del presidente, Julio Feo, y altos cargos del Ministerio de Educación. Cuando llegaron a Coria no había ni 50 personas esperando a los visitantes. Poco a poco se fue corriendo la voz y al cabo de dos horas varios miles de personas aplaudieron al presidente. Éste cumplió con el programa que le había preparado Julio Feo: visita a centros de Educación Compensatoria y charlas con cargos municipales, alumnos y profesores.

El presidente y el ministro viajaron después a la capital cacereña para inaugurar oficialmente el nuevo curso escolar, en el instituto Virgen de la Montaña.

Habló Maravall apenas tres minutos y después Felipe González, quien dijo, entre otras cosas, que la inversión más rentable que puede hacer un país como España, "que no es rico, no tiene oro ni petróleo", es cuidar la "inteligencia y capacidad de sus habitantes". Los niños, más pendientes de las cámaras de televisión y los objetivos de los fotógrafos que del acto oficial, no pararon de gritar ni un segundo. El propio presidente justificaría el alboroto: "Me está saliendo un discurso para mayores, por eso no paran".

Al final, tras algo que Feo llamó "rueda de prensa" y que fue un asalto a gritos y golpes de magnetófono entre el presidente y los periodistas, se dio por inaugurado el curso escolar y emprendieron viaje de regreso a Madrid.