Evoluciona favorablemente la niña a la que se practicó un trasplante de corazón en una clínica de Madrid

Dolores Ortega, de 11 años, la persona más joven que recibe un nuevo corazón en España, evoluciona favorablemente tras la operación de trasplante a que fue sometida en la tarde del pasado viernes en la clínica Puerta de Hierro, de Madrid. Según el doctor Diego Figuera Aymerich, director del equipo que efectuó el trasplante, la niña ha reaccionado muy positivamente. Ayer por la mañana pidió una muñeca y por la tarde le fue retirado el tubo de respiración mecánica.

El doctor Figuera explicó que la operación duró menos de tres horas en total y que el tiempo de isquemia -intervalo en que la circulación sanguínea de la enferma fue extracorpórea, que es el de mayor riesgo y tensión en el quirófano-duró algo menos de una hora.El mismo médico dijo que Dolores Ortega -que tiene 11 años, y no 13 como se dijo ayer- estaba en malas condiciones físicas porque llevaba mucho tiempo enferma, pero aseguró que ello no plantea problemas adicionales que aumenten las posibilidades de rechazo. Negó, además, que la posibilidad de rechazo afecte más a los niños que a los adultos.

Práctica establecida

"Un trasplante de corazón es bastante complejo, pero es una práctica quirúrgica ya establecida en el mundo, sobre cuya técnica no existe controversia", dijo el doctor Figuera en conferencia de Prensa. Indicó, por otra parte, que en Estados Unidos el 50% de los trasplantados tiene una supervivencia de más de cinco años."En los últimos años, gracias a los nuevos fármacos anti rechazo, la operación está obteniendo mayor éxito en el mundo", dijo el médico, "al disminuir los riesgos posoperatorios, que son el más importante problema de esta intervención. El doctor Figuera informó que en España existen varios centros hospitalarios preparados para llevar a cabo trasplantes de corazón y no sólo los centros de Barcelona y Pamplona, donde se han realizado hasta ahora estas intervenciones.

Los padres de Dolores Ortega -Nicolás Ortega, mecánico, de 45 años, y Dolores Rojas, de 41 años- viven en Granada y tienen otros cuatro hijos. Ayer pudieron ver a su hija y hablar por señas con ella a través de la mampara protectora de la unidad de cuidados intensivos de la clínica donde se ha realizado la operación.