El rector de la Autónoma de Barcelona 'dimitió' ayer durante dos horas

El rector de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Antoni Serra Ramoneda, presentó en la mañana de ayer su dimisión, aunque poco después reconsideró su decisión, tras reunirse con miembros de su equipo de gobierno. La dimisión de Serra Ramoneda se produjo cuando el claustro constituyente, reunido en sesión plenaria, sometió a votación una propuesta que no estaba contemplada en el orden del día y que contaba con un dictamen negativo de la junta de gobierno de la UAB.Esta propuesta, sometida a refrendo, consistía en prorrogar la situación de los ayudantes -unas 20 personas, básicamente localizadas en la facultad de Ciencias, donde realizan su tesis- hasta después de que se aprobaran los estatutos de la UAB, o hasta 1987, fecha límite para los profesores no aprobados en las pruebas de idoneidad.

El claustro procedió a votar directamente la propuesta de prórroga, sin entrar en la consideración de si procedía o no, debido a que no estaba contemplado este punto en el orden del día. La propuesta alcanzó 68 votos favorables a la continuidad de los ayudantes, 56 en contra y 46 abstenciones. Tras esta votación, el rector anunció su dimisión, puesto que la decisión adoptada por la junta de gobierno, que quedaba revocada, estaba basada en los informes elaborados por los departamentos a los que pertenecen los afectados.

A las 11.30 horas, el rector abandonó el salón de plenos, ante la perplejidad de los asistentes al claustro. Tras una reunión de la mesa se presentó una propuesta de impugnación de la anterior votación, al considerar que se habían cometido errores de procedimiento. En la segunda votación la propuesta inicialmente aprobada fue revocada por 115 votos contra 9, y 28 abstenciones. Serra retiró su dimisión tras una reunión con sus colaboradores.

En medios universitarios se consideraba que la dimisión momentánea estaba motivada por el cansancio del actual rector, quien en reiteradas ocasiones ha manifestado su intención de dimitir y de no volver a optar al cargo, una vez que se hayan redactado los nuevos estatutos de la UAB de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Reforma Universitaria (LRU).