El médico asesinado no recibió una, sino tres puñaladas
El médico Carlos Malo, que murió en la madrugada del sábado en Madrid, recibió tres puñaladas y no una como desde el principio afirmaron fuentes oficiales, según confirmó ayer un portavoz policial. Este dato arroja más dudas sobre las circunstancias y el móvil de los agresores del traumatólogo, de 32 años de edad, que le abordaron en torno a las dos de la madrugada del sábado cuando se disponía a entrar en su automóvil, en la plaza de Gabriel Miró.
La policía consideró en principio que el médico había sido víctima de un intento de atraco, pero el hecho de que los autores no se llevaran objetos de valor y las denuncias que el doctor había anunciado respecto a irregularidades en la aseguradora ASISA abrieron nuevas hipótesis.El cadáver del doctor Malo presenta tres puñaladas de varios centímetros de anchura, por lo que parece descartada también la impresión inicial de que el arma homicida era un estilete. Una de las heridas llega hasta el esternón, donde chocó la hoja del cuchillo; la segunda alcanzó un lóbulo de un pulmón; y la tercera, la de mayor profundidad, desgarró un ventrículo.
En función de la profundidad de las heridas, las conclusiones forenses iniciales apuntan que el arma fue manejada con fuerza por el homicida. El juzgado de instrucción número tres de Madrid ha recibido ya un avance escrito del informe de los dos forenses del caso.
La Jefatura Superior de Policía de Madrid había asegurado el sábado al informar de la agresión que sufrió el doctor Malo que el médico "sufre una lesión por arma blanca", y reiteraba en el relato del suceso que uno de los dos delincuentes le dio al médico "una puñalada en el tórax".
La información policial fue redactada cuando se desconocía que el médico ya había fallecido en el hospital Clínico y ofrecía una versión de los hechos que luego se comprobó que era parcialmente errónea.
También los dos médicos que atendieron en principio a Carlos Malo, Manuel Ambite -que se encontraba en el automóvil de la víctima cuando se produjo la agresión-, y Pedro Hernández Gil, que atendía el turno de noche en la cercana casa de socorro del distrito de La Latina (EL PAÍS del miércoles) hablaron siempre de una puñalada y no de tres heridas. Ambite manifestó ayer que él sólo pudo ver una abertura en la camisa manchada de sangre del doctor Malo y que nadie le comentó ni en la Casa de Socorro y el Hospital Clínico que fueran tres las puñaladas.
El mismo portavoz policial que confirmó ayer la existencia de tres heridas en el cadáver de Carlos Malo reconoció que esta información se encuentra en Poder de los inspectores encargados de investigar el homicidio "desde hace días", y explicó que no se había corregido la primera nota oficial porque "una de las heridas es la mortal y las otras son secundarias".
El portavoz añadió que, en principio, el hecho de que el cadáver de Malo presente tres puñaladas, en vez de una como se pensó al principio,no parece tener relevancia para aclarar los móviles de la agresión y no descarta que pudiera tratarse de un intento de robo.
Sin embargo, un investigador del crimen reconoció a Efe que la existencia de tres heridas hace pensar que el hormicidio del médico no fue un acto perpetrado por personas que quisieran únicamente robarle. "Un simple ladrón no se ensaña de esa manera con su víctima", afirmó la misma fuente.
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