Los tres miembros de ETA entregados a España ingresaron en el Hospital General Penitenciario esta madrugada
Los tres miembros de ETA entregados por Francia a las autoridades españolas llegaron al aeropuerto de Getafe (Madrid), procedentes de la cárcel parisiense de Fresnes, a primera hora de la madrugada de hoy. Inmediatamente, fueron trasladados al Hospital General Penitenciario, dado que se encuentran en huelga de hambre desde hace varias semanas.
A la 1.55 horas de la madrugada de hoy, jueves, sonó un pitido en uno de los autocares de la Policía Nacional que protegían la puerta principal de la Base Aérea de Getafe (Madrid), y los agentes formaron un pasillo perpendicular a la verja metálica. Enseguida empezaron a salir de la base militar coches policiales y ambulancias: los etarras iban camino del Hospital Penitenciario de Carabanchel, informa Jesús de las Heras.
A la una de la madrugada, cuando las 200 personas que aguardaban por la tarde la llegada se había reducido ya a siete, un movimiento estratégico de policías nacionales y de los soldados de la puerta indicó que algo sucedía. Fue el primer instante de confirmación de que el avión militar francés que transportaba a los etarras había llegado o estaban a punto de hacerlo. La confirmación definitiva la dio la caravana de vehículos que a la 1.55 horas de hoy salió de la base militar con dirección a Madrid.
A las 2.09 horas se aproximaban al Hospital General Penitenciario, anejo a la cárcel de Carabanchel, cuatro ambulancias, tres de las cuales transportaban a los miembros de ETA entregados por Francia a España, informa Marisa Cruz. Presumiblemente, la cuarta ambulancia fue utilizada como reserva para el caso de que se produjese algún problema en alguna de las otras. Todas ellas estuvieron escoltadas con un fuerte despliegue policial en el que intervinieron cerca de una veintena de vehículos, escoltados por motocicletas conducidas por agentes de la Policía Nacional. Éstas iban en cabeza, seguidas de un coche k (camuflado). A continuación, se intercalaban las ambulancias y los vehículos de camuflaje. Tras el tercer coche sanitario circulaban otros dos automóviles k y, finalmente, la cuarta ambulancia. Tras ellos, tres vehículos policiales más. A la puerta del edificio aguardaban cuatro furgonetas con sus dotaciones correspondientes y dos coches-patrulla, así como personal de la prisión y del Hospital Penitenciario.
El centro hospitalario cuenta con 180 habitaciones, de las que 135 estaban ocupadas antes de la llegada de los etarras, informa Juan José Echevarría.
El paso de toda la caravana fue fugaz, y todos los vehículos, excepto el que llegó en último lugar, entraron en el recinto amurallado.
Según fuentes jurídicas, un abogado de oficio acudió al hospital para prestar asistencia letrada a los tres detenidos.
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