El Gobierno aplaza hasta finales de año la anunciada subida de los precios de los carburantes

Los precios de los carburantes no subirán hasta el próximo mes de diciembre, según fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda. En línea con las manifestaciones efectuadas anteayer por el ministro del citado departamento, Miguel Boyer, la subida es prácticamente inevitable a causa del descenso de los ingresos procedentes del monopolio del petróleo, hoy bastante inferiores a las previsiones establecidas en los Presupuestos Generales para el año en curso. La disminución de ingresos ha contrariado los cálculos del citado departamento, acuciado también por el reciente comportamiento alcista del índice de precios al consumo.

Según fuentes próximas a la delegación del Gobierno en Campsa, cada peseta de variación que se produce en la paridad peseta/dólar supone unas pérdidas para Hacienda cifradas en 5.500 millones de pesetas, a tenor de la fórmula matemática establecida para el pago a refinerías en la cual está cuantificada la incidencia de la variable dólar.Partiendo de un cambio medio del dólar de 156 pesetas, al que se calculó la última, subida de la gasolina y un tipo de cambio medio actual cifrado en torno a las 162 pesetas, las pérdidas de ingresos fiscales para el año en curso han sido estimadas entre 35.000 y 40.000 millones de pesetas, a expensas de lo que ocurra con el dólar hasta final de año.

La subida del precio dé los combustibles en los primeros días de diciembre permitirá observar el comportarniento del dólar después de las elecciones norteamericanas, previstas para el próximo 6 de noviembre, y tener un conocimiento más cabal de los resultados finales para el año en curso de la tasa ole inflación, a resultas únicamente de los resultados de diciembre. Sólo en el caso de que el dólar se comportara al alza en el próximo mes como lo ha hecho en las dos últimas semanas podría inducir al Ministerio de Economía a elevar el precio de los combustibles antes del mes de diciembre.

La moneda norteamericana

En este sentido, y en opinión de las mencionadas fuentes, si el dólar rebasara a mediados de octubre la barrera de las 180 pesetas, "no habría más remedio que revisar al alza los precios de la gasolina sin más dilación". Todos esperan, por el contrario, que el dólar comience a comportarse "como una divisa normal" después de las elecciones presidenciales norteamericanas. La revisión de diciembre, por lo demás, amenaza con convertirse en una costumbre a la que parece apuntarse el Gobierno. "Se va a esperar a ver lo que pasa con el dólar después del 6 de noviembre y a seguir el comportamiento del IPC hasta final de año para operar en diciembre con la gasolina; se tratará en todo caso de una revisión normal. En estas condiciones, hablar de porcentajes de aumento es pura especulación".La subida del pasado 11 de noviembre de 1983, fecha en que tuvo lugar la última revisión al alza del precio de los carburantes, se realizó contando con una cotización media del dólar de 156,70 pesetas/dólar. Durante los meses de febrero (cotización media del dólar de 149,55 pesetas), marzo (148,75), abril (152,70), mayo (153,65) e incluso junio (157,90), la Hacienda pública se benefició del descenso en la cotización de la divisa estadounidense, así como de la caída de los precios del crudo en el mercado spot, sin que por ello se produjera un descenso paralelo del precio de los combustibles.

Sin embargo, las subidas del dólar en julio (161 pesetas) y agosto anularon esas ganancias contabilizadas en los primeros meses del año, de forma que las recientes y espectaculares subidas del dólar están erosionando el componente de renta del petróleo a ingresar por Hacienda. Así, el precio del barril, que en diciembre pasado valía 4.340 posetas, vale ahora 4.844 pesetas, más de 500 pesetas de diferencia, cuando el precio medio del barril sigue siendo el mismo: 28 dólares para el llamado árabe ligero.

Las arcas del Estado se han beneficiado hasta el mes de agosto de la guerra de precios ocurrida en el mercado spot tras la última conferencia de la OPEP. El 35% de los suministros españoles de crudo proceden de dicho mercado spot, donde se han estado produciendo transacciones con condiciones especiales, descuentos a descubierto, etcétera. Esta situación ha variado a partir del mes pasado, habiéndose producido una normalización del mercado, aunque no quepa hablar de "endurecimiento".

Según las fuentes consultadas, la subida de diciembre puede venir acompañada de la desaparición de la gasolina denominada super. Se va así al esquema europeo de dos tipos de gasolina: una denominada extra, con un índice de octanos comprendido entre 97 y 98 y 0.45 miligramos de plomo por litro, frente a los 0,65 actuales, y otra denominada normal, con 90/92 de índice de octanos y 0,45 miligramos de plomo por litro. Se aprovecharía, pues, la próxima subida para conseguir una gasolina de más octanos y menor contenido de plomo, de acuerdo con las directrices de la CEE.