Fraga, en Suráfrica

El señor Fraga se ha ido a ver a sus amigos racistas de Suráfrica; esto en sí no es nada extraño, todos sabemos cómo piensa el señor Fraga. Para él, el que no voten ni tengan ningún poder político ni de otro tipo la mayoría de los habitantes de un país y que los releguen a situaciones de semiesclavitud es normal, porque, claro, los negros siempre han sido más burros que los blancos; ésta parece ser la visión política y de justicia que tiene el señor Fraga. El único argumento que se le ocurre dar es que no sabemos apreciar la labor en defensa de los intereses occidentales que los señores, con perdón, de Suráfrica están realizando. No quiero pensar qué intereses. Si resulta que para oponerse "al marxismo que invade el mundo" tienen que someter a la mayoría negra de un país al más puro racismo fascista, pues viva el marxismo, quizá sea la única ideología liberadora de los pueblos; aquí está claro.Los ciudadanos de Suráfrica van a tener que luchar mucho para quitarse el yugo; todos tenemos que ayudarles, no precisamente haciéndoles visitas a sus dirigentes, sino boicoteándoles, máxime cuando sus amigos de EE UU siguen apoyándolos desde la ONU vetando todas las resoluciones condenatorias o absteniéndose, que es otra manera de apoyarla.

Reagan ya conoce la experiencia de su país no hace muchas décadas discriminando negros en el país de la libertad-