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ARAGÓN

Siete heridos en Zaragoza durante nuevos choques entre policías y vecinos en el conflicto sobre viviendas para los gitanos

Siete personas resultaron heridas ayer, una de ellas de gravedad, durante los enfrentamientos entre las fuerzas autidisturbios y vecinos del polígono Actur que se oponen a la instalación de 36 viviendas para gitanos. Aunque sin la virulencia de días pasados, el conflicto se extendió a otros sectores del barrio del Arrabal, donde también hubo barricadas, incendios, carreras y cortes de tráfico. Tres de los heridos son policías. El gobernador civil de Zaragoza, Ángel Luis Serrano, anunció anoche que las obras para la ubicación de las viviendas para gitanos se paralizarán momentáneamente.

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La policía se ha empleado con extrema dureza

Ángel Martínez Montera, de 25 años, se encontraba en el Hospital Clínico Universitario, lesionado por una pelota de goma en el estómago, de pronóstico grave, según informaron fuentes sanitarias. Grupos de vecinos, en su mayoría jóvenes y en algunos casos chiquillos, apedrearon a la fuerza pública, a la vez que lanzaban cohetes hacia la carretera, donde el tráfico quedaba cortado por la Guardia Civil. Varias matas de plantas fueron incendiadas.En una conferencia de prensa celebrada anoche, Serrano manifestó que la situación estaba ayer más tranquila y controlada que el día anterior. Según él, sólo hubo un policía herido, aunque periodistas en lugar de los enfrentamientos pudieron ver la evacuación en coches particulares y ambulancias de al menos cuatro vecinos y tres policías, que resultaron heridos de diversa consideración por botes de humo o pedradas.

Serrano anunció que las obras para la ubicación de las viviendas gitanas se paralizarán momentáneamente, si bien se instalarán en el Actur. Se creará una comisión especial de seguridad, formada por las asociaciones de vecinos y de gitanos, a quienes convocó, junto con el ayuntamiento, a una reunión que se celebrará esta mañana. La asociación gitana difundió anoche un comunicado en el que se muestra partidaria de que continúen las obras para construir las viviendas, y acepta estar presente en esta reunión.

El gobernador justificó la actuación de las fuerzas del orden público, señalando que "tenían que defenderse del ataque de los manifestantes, ya que por primera vez en Zaragoza se emplearon bolas de acero". Hay seis personas detenidas, que han pasado a disposición judicial. El Gobierno civil "estudia judicialmente" el telegrama que le remitió el presidente del Partido Aragonés Regionalista, Hipólito Gómez de las Roces, denunciando los hechos y responsabilizándole de lo ocurrido.

Antes de los enfrentamientos de ayer se celebraron reuniones entre el alcalde socialista de Zaragoza, Ramón Sainz de Varanda, y representantes de su partido, miembros del Gobierno autónomo y concejales de la oposición, para encontrar una solución al conflicto generado por el intento de instalar 36 viviendas prefabricadas para familias gitanas en el polígono Actur.

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Los grupos de la oposición en el ayuntamiento, Popular y Regionalista, solicitaron al alcalde que paralice las obras y que se retiren las fuerzas de orden público, como medida previa. El gobernador civil, que ha mantenido una postura firme para hacer cumplir la ley, ofreció ayer su mediación para buscar una solución al conflicto y que se instalen las casas en el lugar que decidan el ayuntamiento y los vecinos.

El conflicto parte del inicio de las obras para instalar 36 casas prefabricadas, de unos 25 metros cuadrados, para otras tantas familias gitanas que tienen que abandonar sus chabolas antes de la visita del Papa a Zaragoza, el día 10 de octubre, ya que en dicha explanada se celebrarán los principales actos del viaje. Desde el pasado lunes los vecinos se han opuesto con diversas acciones a que se inicien las obras.

Representantes de las agrupaciones vecinales del barrio de Actur manifestaron en una conferencia de prensa que "no tenemos nada contra los gitanos; queremos su integración, pero no en guetos como el que quieren colocarnos". Su principal argumento es que el terreno destinado a los barracones figura en el Plan Urbanístico como zona verde y de servicios.

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