La libertad de enseñanza

Da la impresión de que, habiendo renunciado a llevar a cabo una política que mantuviese el principio laicista de "libertad de aprender y habiendo desistido de defender el derecho del alumno a escoger las que han de ser sus ideas y creencias fuera de la influencia de quienes invocan una curiosa interpretación de la "libertad de enseñanza" para conseguir que el Estado costee negocios privados y actividades de proselitismo en sus "centros con ideario", los actuales responsables socialistas del Ministerio de Educación se hallan ahora en la necesidad de ahorrar en el coste de la escuela pública para atender al de la privada.Aparte de que públicamente el director general de Enseñanzas Medias haya manifestado su intención de sustituir los cursos nocturnos de los institutos de bachillerato por los sin duda más económicos, pero para muchos alumnos que trabajan y estudian poco satisfactorios, del bachillerato a distancia, en la circular que llega ahora a aquellos institutos de bachillerato se hace hincapié en la obligación de que los grupos en esos centros no sean de menos de 40 alumnos, lo que en la mayor parte de las asignaturas difícilmente va a contribuir a la mejora de la calidad de la enseñanza.

Se diría también. que, quizá por la misma necesidad de hacer olvidar el abandono de principios y con vistas a una galería de padres de alumnos, los actuales responsables de la política educativa se muestran dispuestos a meter en cintura a un profesorado supuestamente desidioso, si no francamente incompetente. Esta opinión sobre el profesorado, si. se diese, sería injusta, y algunas de las medidas tomadas por el Ministerio de Educación ahora no van a hacer más que aumentar el actual descontento y lesionar también la calidad de la enseñanza que ese profesorado imparte en centros que el Estado debería dotar mucho mejor de lo que actualmente están dotados en cuanto a número de docentes y a condiciones para la permanencia y el trabajo en ellos- . Profesor agregado de bachillerato.