El proyecto de presupuestos de Francia para 1985 reduce los impuestos en un 5%

El contribuyente francés pagará un 5% menos de impuestos el año próximo, pero el aumento espectacular de varios productos, como la gasolina y el teléfono, arruinará, o casi, su desgravación fiscal. Así lo estipula el proyecto de Presupuesto del Estado de 1985, estudiado ayer por el Consejo de Ministros francés. Hay que tener en cuenta que 1986 será un año electoral decisivo para el Gobierno socialista, ya que afrontará las elecciones legislativas, que hoy se supone que las perderían si se observan los resultados de los comicios más recientes y los sondeos de la opinión pública.

El presupuesto elaborado por el nuevo primer ministro, Laurent Fabius, ha tenido que ajustarse a dos normas, teóricamente contradictorias, impuestas por el presidente de la República, François Mitterrand: de un lado, como había prometido el jefe del Estado, es necesario reducir las cargas sociales y las fiscales de los contribuyentes en un punto; el año actual, todas ellas se elevan .al 47,6% del producto interior bruto, y en 1985 serán, pues, del 46,6%.Al mismo tiempo, Mitterrand, pensando en la política de rigor que mantiene desde hace algo más de un año, ha exigido que el déficit del presupuesto no desborde el 3% del total, que, según algunos expertos (no todos), es el máximo tolerable en una gestión sana. Hay que tener en cuenta que, además del recorte del impuesto de los contribuyentes" todas las industrias pagarán también el 10% menos de lo que aquí se llama la tasa profesional (es un impuesto que cotizan los comerciantes e industriales).

Por todo ello, para cubrir las recaudaciones perdidas ya se anuncian aumentos, algunos astronómicos, de productos como la gasolina y el teléfono (el 25% de aumento).

Y contrariamente a lo que hizo el Gobierno socialista cuando llegó al poder, el tren de vida del Estado también se encogerá: por primera vez desde hace cuatro lustros por lo menos van a ser suprimidos más de 5.000 empleos de la función pública.

Teóricamente, según este primer borrador de presupuesto, los gastos de la nación ascenderán a 995.000 millones dé francos (18,2 billones de pesetas) y los ingresos serán de 856.000 millones, lo que supone un déficit de unos 130.000 millones, en principio. Se hace notar oficialmente que el aumento de los gastos con respecto al presente ejercicio es del 6%, pero el del producto interior bruto (PIB) se sitúa en el 7%.