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LA LIDIA

Fernando Rivera, herido muy grave en Baza (Granada)

El matador de toros Fernando Rivera, sufrió una cornada de pronóstico muy grave en la corrida de feria celebrada ayer en Baza (Granada). La intervención quirúrgica, que se efectuó en el hospital de Santiago, de la localidad, duró más de tres horas.Según el parte facultativo, firmado por los doctores Gollonet y Moreno Castillo, el torero sufre dos cornadas. La más importante es de 34 centímetros, en la cara posteroanterior del muslo derecho, con orificio de entrada y salida y trayectorias de dentro a fuera y de arriba abajo. Produce desgarros y rotura del fascia lata, así como los músculos propios de la región biceps ferriorall glúteo mayor y abductor mayor, llegando hasta el periosto del fémur. Se realiza apertura de ambos trayectos y friederich. Sutura músculo-aporotesios por planos, dejando varios drenajes. La otra comada es de 5 centímetros de profundidad, por encima de la primera.

El apoderado del torero, Manuel García, manifestó anoche que, durante la intervención quirúrgica, los cirujanos habían extraído de la herída partículas del asta de la res, así como lentejuelas del vestido de torear. "La cogida", añadió, "había sido impresionante. Nos dimos cuenta inmediata de que llevaba un cornadón. El matador también, aunque siempre mantuvo una gran entereza, y cuando le conducíamos a la enfermería, me decía que había sentido cómo el pitón le calaba hondo, pero que no me preocupara, pues estos son accidentes lógicos en un torero". Manuel García explicó que se produjo una gran hemorragía, y que él mismo quedó empapado en sangre "desde el pelo al zapato".

La cogida se produjo en el cuarto toro, de la ganadería albacetense de Juan Pedro Fernández. Correspondía a Victoriano de la Serna, pero este diestro se encontraba en la enfermería, donde fue atendido de fuerte contusión en un pie, con probable fractura. Galindo toreaba de muleta y, al iniciar un pase, el viento movió la tela, dejándole al descubierto; fue entonces cuando el toro le corneó.

En los últimos cuarenta años sólo se habían producido en la plaza de Baza dos cornadas de máxima gravedad; ambas, como la de Rivera, en un 12 de septiembre. La primera la sufrió Honrubia, hace 36 años; la segunda, Manuel Carra, hace 15.

En la corrida de ayer, Fernando Rivera había cortado las dos orejas de su primer toro. Alberto López, que tomaba la alternativa, acabó con el toro de la cogida y lidió con escasa fortuna los dos restantes. En el que abrió plaza había sido aplaudido. De la Serna escuchó un aviso. Acompañan al torero herido su padre, Fernando Lechuga; el apoderado, y la cuadrilla. Una vez concluída la intervención quirúrgica, sobre las 23.00 horas, hubo entre ellos cierto alivio pues temían que hubiera afectado a zonas vitales.

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