Reagan anuncia que el próximo día 28 recibirá a Gromiko para intentar poner fin a la hostilidad entre las superpotencias
El presidente Ronald Reagan anunció ayer, en una improvisada conferencia de prensa en la Casa Blanca, que el próximo día 28 recibirá al ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, para intentar poner fin "a las suspicacias y a la hostilidad" entre ambas superpotencias. Reagan espera que la entrevista contribuya a la reanudación de las negociaciones soviético-norteamericanas sobre desarme.
"Puede que haya llegado el momento de mejorar la comprensión mutua entre nuestros dos Gobiernos", dijo el presidente, para quien el encuentro con Gromiko "debe poner fin a las suspicacias y a la hostilidad" entre soviéticos y norteamericanos. Reagan rnanifestó que espera que la entrevista sirva para reanudar las negociaciones sobre desarme y para. demostrar a Gromiko que Estados Unidos "no quiere el mal" para la URSS.El presidente norteamericano no quiso hablar de prioridades en las diferentes negociaciones sobre desarme porque "lo más imporatente es comenzar y poner fin a la amenza aque se cierne sobre el mundo".
La encuentro se producirá dos días diespués de la entrevista entre el ministró soviético y su homólogo estadounidense, George Shultz, y a los cuatro de la intervención de Reagan ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La celebración de esta entrevista venía siendo perseguida desde hace semanas por la Casa Blanca, que intensificó a este fin sus actividades diplomáticas, según han revelado a The New York Times fuentes del Departamento de Estado.
Algunos observadores consideran que el hecho de que Gromiko acuda a Washington -después de las continuas acusaciones de Moscú a Reagan por su política, destinadas, en parte, a hacerle perder puntos ante el electorado- se debe a que para el Kremlin ya no hay duda sobre la reelección del presidente el próximo 6 de noviembre. Interrogado sobre estas implicaciones, Reagan manifestó que no piensa emplear su encuentro con Gromiko contra Walter Mondale.
La visita de Gromiko, efectivamente, reduce las posibilidades demócratas de llegar a la Casa Blanca al echar por tierra uno de los puntos fuertes de la campaña electoral de Mondale, quien criticaba a Reagan el haber sido el primer presidente norteamericano que no se había, entrevistado con un dirigente soviético desde los encuentros de Franklin Roosevelt con Stalin.
Los demócratas han venido haciendo hincapié en los riesgos de guerra provocados por "la irresponsabilidad de una política que ha colocado al mundo en situación mucho más peligrosa de la que se encontraba en 1980". Aunque no parece probable que Reagan se vaya a entrevistar con el número uno soviético, Konstantín Chernenko, a nadie se le escapa la importancia de la entrevista con Gromiko, viceprimer ministro de la URSS y uno de los 12 miembros del Buró Político del Partido Comunista de la Unión Soviética.
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