José Maldonado,
de 84 años y último presidente de la República española en el exilio, hizo gala de su'espíritu liberal el pasado jueves durante el descubrimiento de la placa que da su nombre a una calle de Oviedo, ciudad en la que reside actualmente. Tras escuchar los elogios que le dirigió el alcalde de la capital del Principado, Antonio Masip, Maldonado se confesó "realista y demócrata", condiciones que le permiten afirmar sin sonrojo que "si el pueblo español quiso en un momento dado la monarquía, yo no puedo oponerme a ello". Otro de los asistentes al acto, el presidente de la asociación Tribuna Ciudadana, Juan Benito Argüelles, recordó el regreso de Maldonado a la estación de Renfe de Oviedo hace seis años. En aquella ocasión, en la que el político español fue recibido en el andén por numerosos simpatizantes con banderas republic anas, algunos viajeros bajaron por el lado de la vía, persuadidos de que se acababa de producir un golpe de Estado.
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