Me atracaron en un banco

En EL PAIS del 12 de agosto publicaron que el cliente de un banco resultó herido en un atraco al negarse los empleados a dar el dinero que solicitaban los delincuentes. Deben precisarse algunos extremos. Yo soy el cliente. Llevaba 60.000 pesetas para ingresarlas en una oficina bancaria, en la que había sólo un empleado. Detrás mío entró un joven de 19 a 24 años. Entregué la libreta diciendo que deseaba ingresar aquella cantidad. No sé si el ladrón me oyó o no, pero el caso es que él pidió una tarjeta de abono del metro o del autobús. El empleado le atendió antes que a mí, y al pasar otra vez por detrás mío yo ya llevaba las 60.000 pesetas en la mano. Todo fue rápido: pegó un zarpazo y me apuntó con una pistola junto al cuello. "No se mueva" o "no chille", dijo, más o menos, pero me moví rápido y grité. Pedí al empleado que saliera para ayudarme, pero no lo hizo. Luego, cuando vino la policía, el atracador había marchado dejando en el suelo la pistola y el botín. Al empleado no le pidió dinero alguno, lo que deseo que conste en aras de la verdad.-