La indecisión deja paso a la esperanza

La indecisión dejó paso libre a la esperanza o, mejor aún, a una subida generalizada de las bolsas españolas. Desde los 2,70 puntos de Barcelona a los 1,17 de Bilbao, Siempre pintaron triunfos. En esta carrera alcista, Valencia, (1,88%) y Madrid (1,53%) ocuparon los puestos intermedios de la positiva movida. Aunque no por ello el resultado es menos honroso.Como tampoco quita, mérito a la hazaña el hecho de que casi todos los expertos hubieran apostado por una próxima elevación de los índices generales. La tendencia estaba cantada previamente, pero quizá muchos se han sorprendido por la premura con que ésta ha sentado sus reales, a pesar de los altos volúmenes de compras a crédito señaladas durante las semanas anteriores, y que ayer mismo totalizaron 40 millones de pesetas efectivas.

Las razones del sprint o, lo que es lo mismo, los factores que han eliminado las incertidumbres que pesaban sobre el dinero se basan fundamentalmente en los aires que están tomando los tipos de interés. Las noticias sobre el, al parecer, inminente pacto bancario para reducir más eficazmente que hasta ahora el coste de los créditos (y, consecuentemente, de las retribuciones del pasivo) favorecen a la renta variable. Algo similar puede decirse de la paulatina e ininterrumpida caída de los tipos ofrecidos en los pagarés del Tesoro. A un 12%, estos títulos, que hasta hace poco tiempo se habían convertido en los reyes de la inversión, ofrecen pocos atractivos, especialmente si se compara con lo que está ofreciendo el mercado de acciones.

En estas condiciones poco pudo influir la nueva cota máxima alcanzada por el dólar respecto a la peseta (165,906) o la timidez mantenida por los inversores extranjeros, a pesar de que la prevista victoria de Ronald Reagan en las elecciones presidenciales de Estados Unidos esté favoreciendo tímidamente las inversiores norteamericanas en nuestro mercado. Y es que los últimos datos de la balanza exterior, altamente positivos, terminan con el escepticismo de los más pesimistas.

En el mercado madrileño, donde el dinero afluyó con más alegría que en la jornada anterior, en la que sólo se registraron contrataciones por valor de 656 millones de pesetas efectivas, los sectores más favorecidos han sido el químico y el textil, eléctrico, construcción, comunicaciones e inversión mobiliaria. Por el contrario, alimentación y el siderometalúrgico perdieron posiciones.

Los valores bancarios, por su parte, se mantienen bastante estancados, aunque comienzan a activarse más que en sesiones precedentes. El saldo por caja, que ayer contabilizó 8.497 títulos a la venta (Banesto se encontró con 12.424), demuestra más apatía

que otra cosa. Sin embargo, las lenguas viperinas, que también han regresado de sus vacaciones, comentaban la posibilidad de que los bancos estén preparando un buen tirón, especialmente dirigido a servir como soporte político y moral al pacto social en ciernes. Ya se verá si el río suena, aunque será conveniente estar con la piragua preparada.

Por otra parte, se anuncian nuevos dividendos. Esta vez de Zardoya, que distribuirá 73,80 pesetas netas por acción a partir del próximo día 10. En esa misma fecha, Finesa repartirá 60 pesetas libres de impuestos, e Invercap otras 450 pesetas.