Gravísima cogida de José Antonio Campuzano
José Antonio Campuzano sufrió ayer una gravísima cogida en la última corrida de la feria de Calahorra. Según el parte facultativo, la cornada incide a nivel de raíz de bolsa escrotal derecha, con desgarro del anillo inguinal del mismo lado; sigue trayectoria inguinal izquierda atravesando planos aponeuróticos, músculo de la pared abdominal, desgarro de peritoneo con perforación de intestino y contunde la arteria ilíaca izquierda, produciéndole hernia inguinal y evesceración. La intervención quirúrgica, que duró cuatro horas, fue realizada por los doctores Domínguez Imaz, Anderica y Ayoza.Según opinión de los médicos, la cornada, dada la trayectoria que siguió el asta, pudo ser fatal en el caso de haberse desviado unos milímetros. El apoderado del torero, José Luis Segura, nos manifestaba que estuvo a punto de romper la femoral, de tal forma, que el diestro se hubiera desangrado antes de llegar a la enfermería.
Las cuadrillas se dieron cuenta inmediata de la importancia de la cornada, pues la cogida fue muy dramática, y procedieron a trasladar al diestro directamente a la policlinica del Carmen, sin pasar por la enfermería de la plaza. Cuando las asistencias aún lo llevaban por el callejón, su apoderado intentó darle ánimos diciéndole "No te preocupes, matador, ya verás cómo no es nada"; y le respondió: "Qué va, apoderado: me ha llegao ar arma". Sin embargo, en el trayecto del coso a la policlínica, el torero daba ánimos al apoderado y a su cuñado, que va en la cuadrilla de mozo de espadas, pues ambos estaban consternados ya que intuían la extrema gravedad del percance. A estos, según sus propias manifestaciones, les impresionó la entereza del torero, que decía palabras de aliento a pesar de que sentía un dolor intenso.
A primeras horas de esta madrugada, en la policlínica de Calahorra nos informaron que estaban administrando calmantes al torero, el cual se encontraba entubado y aún bajo los efectos de la anestesia. Había vomitado vanas veces y sentido escalofríos, pero los médicos consideraban normales estas reacciones del posoperatorio. El pronóstico de la herida continuaba siendo gravisimo, aunque esperanzador dado que la naturaleza del torero soportó bien la intervención quirúrgica. No obstante, dadas las características de las lesiones, siempre hay riesgo de que se puedan producir complicaciones.
Los toros lidiados en la corrida, bien presentados y peligrosos, según Efe, eran de Rocío de la Cámara. José Antonio Campuzano cortó una oreja del primero y en el cuarto resultó. cogido aparatosamente cuando toreaba de muleta. Su hermano menor Tomás, que también actuaba en el festejo, estoqueó a la res y dio la vuelta al ruedo con la oreja que le había sido concedida a José Antonio. Tomás Campuzano dio vuelta al ruedo en sus dos toro y Curro Durán tuvo aplausos y vuelta al ruedo.
José Antonio Campuzano, de 30 años, tomó la alternativa en la feria de Sevilla de 1973. Está anunciado para lidiar seis toros de Victorino Martín, como único espada, el próximo día 14 en Madrid.
Babelia
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