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Reportaje:MODA

San Sebastián busca su tiempo perdido

Los diseñadores vascos continúan en primera línea, como han demostrado en su VII Festival de la Moda

Durante la semana del 27 de agosto hasta hoy mismo, 2 de septiembre, el País Vasco, cuna de grandes diseñadores (como Paco Rabán, Chueca, y el más genial de todos los tiempos, Balenciaga), ha estado volcado en la moda a través del VII Festival de la Moda de San Sebastián. El espléndido marco de la iglesia del museo de San Telmo, con sus paredes cubiertas por lienzos de Sert, ha servido de fondo para dos desfiles diarios: uno de carácter comercial, en el que han participado unas 23 tiendas de la ciudad, y otro de creadores, al que han concurrido 13 firmas ubicadas en el norte. Los tres ganadores del concurso de diseño de San Sebastián han tenido la oportunidad también de lucir sus colecciones especiales. De entre todas ellas cabe destacar los conjuntos coordinados para niñas y jóvenes de Dang-Dang, los estilos monacales en algodón y cuero de Philip, las capas de angora pintadas a mano de Woolstock, los amplísimos pantalones y petos-falda rayando lo payaso de Perplejos, los enormes abrigos-capas de vientres de ardilla teñidos en verde oliva de Sanfor y abrigos de tweed en crudos y beis de Abeguil.

Sólo el 50% de los creadores vascos tiene capacidad de comercializar sus productos más allá de su tierra; los demás, es decir, la mitad, se limitan a confeccionar para sus propios puntos de venta. Este festival se inició humildemente en los bajos del ayuntamiento, allá por 1979. La decadencia de la ciudad como centro de atracción turística a causa de la situación política ha conducido a los comerciantes a organizar este salón de la moda que sustituye a los veraneantes y concentra ahora la atención de los especialistas.

Su evolución ha ido en progreso, e incluso cuenta con apoyo oficial. Según Juanjo Martínez, director del departamento de Fe rías y Exposiciones, la mitad de los siete millones de su presupuesto ha sido subvencionada por el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de San Sebastián. El resto se ha repartido entre venta de entradas al público y 100.000 pesetas por cada firma inscrita El acto inaugural contó con la presencia de Sagrario Mina, es posa del lendakari; el alcalde de San Sebastián, Ramón Labayen, y el gran modista catalán Pedro Rodríguez, quien a sus noventa años se mostró entusiasmado con el certamen. Se calcula que unas 7.00 personas habrán acudido a los desfiles.

Aunque los 53 maniquíes eran todos amateurs de San Sebastián, más 40 niños, bajo la dirección de Francina Díaz, todos lograron un show totalmente profesional. San Sebastián ha hecho un esfuerzo por promocionar su moda y su talento creativo. Así lo afirmó el alcalde en su pregón al presentar el festival: "Lo que hoy se inaugura es quizá el comienzo del mundo del diseño vasco, de la penetración de la cultura vasca en el mundo de la moda, y que empecemos a crear prototipos para poder desarrollar una industria". Por lo que se pudo observar en los desfiles, ni talento ni diseño faltan en el País Vasco, pero sí falta, de momento, una industria para poder absorber a estos creadores, ya que generalmente los que venden al por mayor tienen que recurrir a otras regiones, sobre todo Cataluña, para fabricar sus diseños.

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