El Gobierno intentará encajar en su política económica la subida de los precios e impedir que se repita "el accidente"

El rebrote inflacionista de julio, criticado ayer por sindicatos y oposición, podrá ser encajado por la política económica actual "si no pasa de ser un accidente" según fuentes gubernamentales. Para ello, el Gobierno intentará impedir el contagio de expectativas y aprovechará los mejores resultados del sector exterior para adoptar medidas monetarias y de control de los precios alimenticios. Esta mejora, importante en julio -por primera vez desde 1978 la balanza acumulada arrojó superávit-, ha continuado en agosto, período en el que las reservas de divisas han crecido otros 800 millones de dólares, hasta superar el máximo histórico de 1981. Asimismo, el déficit estatal ha descendido (846.000 millones de pesetas a 14 de agosto y algo menos en semanas siguientes). Pese al alza de los precios, la corrección del desequilibrio exterior y del público permitirá mantener el empuje a la baja de los tipos de interés, de acuerdo con las versiones oficiosas recogidas ayer.

No hubo reacciones de CEOE, preocupada ante las expectativas que se generen, al golpe causado por el índice de precios al consumo de julio, cuyo aumento del 1,5% sitúa la inflación acumulada este año 0,8 puntos por encima de 1983 y la tasa de los 12 últimos meses en el 12,7%.El empresario José Joaquín Isasi dijo, tras una entrevista con Felipe González, que el presidente del Gobierno confía en mantener la inflación dentro de los límites fijados por el Ejecutivo. En síntesis, otras reacciones, según las agencias de noticias, fueron: para la oposición conservadora (Abel Matutes), el 8% será imposible y el acuerdo social inalcanzable; para el PCE (Nicolás Sartorius), la confirmación de dicha imposibilidad y un fracaso de la política Boyer; para CC OO (Marcelino Camacho), una nueva dificultad añadida al pacto; para UGT (José Luis Corcuera), un hecho preocupante, duro para las rentas más bajas, y que el Gobierno debe corregir.

El Ministerio de Economía y Hacienda respondió ayer con nuevos datos que favorecen su política. Las divisas crecieron en julio 977 millones de dólares, pues la pujanza de las exportaciones y del turismo contribuyeron a un superávit de 550 millones de dólares y el resto procedió de capitales. Por primera vez desde 1978, el saldo acumulado resulta favorable a España, en 55 millones de dólares. El avance ha continuado en agosto. Las divisas crecieron otros 800 millones de dólares, frente a los 563 de 1983. Se aproximan ya -con las de oro- a 15.500, nivel superior al récord histórico de 1978 y algo por encima del de diciembre de 1981. Este año van 3.800.

Igualmente, el déficit del Estado, próximo desde junio a 900.000 millones de pesetas, bajó hasta 846.000 el pasado 14 de agosto y va en descenso. En Hacienda dicen que no pasará de los 1,3 billones previstos.

Hay márgenes

Si es así, el Estado sólo necesitaría otro medio billón para terminar 1984 y dejaría mayor margen al dinero para financiar las empresas.Como también las entradas desde el exterior disminuirán mucho en otoño, terminada la campaña turística, la política de precios a través de regular la cantidad de dinero vería ampliado su margen en el momento en que más lo necesita.Hasta entonces, las autoridades monetarias parecen dispuestas a no apretar las tuercas y favorecer que la liquidez generada contribuya a mantener el intento de baja de los tipos de interés, aún cuando se reanime la demanda de crédito. Ya en agosto, con la demanda todavía de vacaciones, la menor presión exterior y pública respecto a julio ha moderado la cantidad de dinero. Los bancos que necesitan atender a su clientela prefieren tomarlo del mercado al 12%. (la mitad que el año pasado por estas fechas), en lugar de pagar el 13% por los préstamos diarios que ofrece el Banco de España.

En este contexto, los medios financieros, para quienes la carencia de medidas significaría tipos a la baja en septiembre y una expansión monetaria ahora algo dificultada por la inflación, esperan que el Banco de España reaccione. Y temen que no se limite a medidas esperadas, como el vender parte de su cartera de pagarés del Tesoro. La patronal pone la rebaja de tipos de la deuda y una menor presión sobre las cuentas de resultados de la banca como condición para contribuir al pacto financiero que reclama, cuyas posibilidades -en principio limitadas desde el Gobierno a conversaciones Banco de España-banca privada- fueron analizadas el jueves entre el gobernador del Banco de España y el ministro de Economía. Se ve algún margen en los beneficios de la banca (30% de aumento hasta junio). Lo que sea deberá tener efectos antes de octubre.

Mayor concreción mereció ayer la posibilidad de medidas inmediatas para impedir que se repita el "accidente" de los precios en julio y conseguir este año "un notable" en la lucha contra la inflación, calificación que tendría en el entorno de Boyer el terminar con el 9%.

Para impedir sustos, la liberartad de importaciones de pollo se hará efectiva y quizá extensiva al congelado, además de crear un grupo de trabajo que vigile los precios alimenticios y decida sobre medidas para contrarresta desviaciones mediante compras al exterior u otras vías. La mejora del sector exterior ha puesto en alza las teorías liberalizadoras de las autoridades comerciales.