¿Dónde estaba Mondale cuando Ferraro le necesitaba?
The New York TimesCada vez que Geraldine Ferraro aventura un comentario para quitarse de encima el asunto de las fiInanzas de su marido y de ella, las cosas van aún peor.Así, el lunes pasado afirmaba que algo que su marido había hecho estaba perfectamente bien, y esto tratándose de algo que cualquier muchacho sabría perfectamente que no es así.
Su marido, John Zaccaro, había gestionado un préstamo de 100.000 dólares del capital perteneciente a una ánciana incapacitada cuya herencia él administraba como albacea. Se encontraba en necesidades de dinero para pagar algunas facturas, ya que su negocio andaba escaso de fondos.
Por supuesto, lo devolvió, y con intereses. Pero esto no hace limpia la operación. (...) Sí, Ferraro dijo que su marido "no se había dado cuenta de qúe era improcedente", porque el tribunal no le había dicho en ningún momento que lo fuera. "John no hizo nada malo", e incluso insiste en que no,hubo ningún error de apreciación.
(...) Se ha equivocado reiteradamente y se ha peleado inútilmente por un hombre que quería mantener sus negocios fuera de la vista del público, pero quien debía saber que el marido de una candidata a vícepresidenta de la nación -a la cual él ha nombrado secretaria, tesorera y vicepresidenta de su compañía inmobiliaria- no podía escamotear estos asuntos a la opinión pública.
Y ahora, un mes después, a la vista de la indignación provocada, han decidido por fin saldar sus cuentas pendientes. (...)
¿Dónde estaba Mondale durante todo este embrollo? ¿Se dedicaba a sestear, como Reagan, mientras ocurrían cosas importantes? ¿Por qué el candidato demócrata no atajó desde un principio y les exigió que se dejaran de vacilaciones? ¿Por qué no les advirtió que o hacían públicas sus finanzas o ella perdería su puesto?
La credibilidad de Ferraro no es la única que está puesta en tela de juicio aquí.
23 de agosto
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