Inesperado cambio de actitud

El anuncio de la propuesta gubernamental para negociar con ETA Militar el fin de las actividades terroristas de esta organización ha supuesto un inesperado cambio de actitud del Gobierno socialista, cuyos integrantes, así como los dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los máximos responsables de la lucha antiterrorista, se han expresado hasta ahora en términos absolutamente contrarios a cualquier intento de negociación con los terroristas. No obstante, el presidente del Gobierno, Felipe González, nunca ha cerrado la posibilidad de iniciar un diálogo.El ministro del Interior, José Barrionuevo, ha insistido en numerosas ocasiones, al ser preguntado sobre una posible negociación con ETA, en que "las armas las recoge la Guardia Civil", precisando que no cabiá negociación alguna, sino la entrega del armamento por parte de la organización terrorista. Sin embargo, el pasado día 24 de julio, en un acto celebrado en la Academia de la Policía Nacional en Canillas (Madrid), se negó a contestar explícitamente a un periodista que le planteó una pregunta sobre la posible negociación con ETA.

Dos días antes, el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, general Andrés Casinello, decía en una entrevista publicada en este periódico: "La negociación con ellos (los etarras) es imposible. La experiencia me demuestra que no les posible. Además, ahora el Gobierno no puede ya intentar llegar a una negociación".

El secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSEPSOE), Txiki Benegas, declaró el pasado mes de julio a un semanario que la negociación política con ETA "supondría la quiebra de todos los principios democráticos y la claudicación de la democracia ante la violencia".

A pesar de este tipo de declaraciones, Felipe González manifestó a este periódico, dos días antes del triunfo electoral de su partido, en octubre de 1982: "Desde la razón y el diálogo, nosotros estamos dispuestos a favorecer el cese de las bombas y los tiros y la iniciación de una vía pacífica para resolver los problemas que puede abrir un camino para la paz y la convivencia entre todos los ciudadanos y los pueblos de España".

En aquellas declaraciones, Felipe González recordó que tal diálogo se realizaría en cualquier caso en el marco de la Constitución, y agregó algó que él mismo calificó de importante: "El silencio de las armas, aunque sea temporal, empieza a ser el triunfo de la razón".

La propuesta que ahora realiza el Gobierno socialista de negociar con ETA, la primera en este sentido, se produce después de que en los meses anteriores se haya producido una serie de reveses para la organización terrorista: los atentados de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que han causado ocho muertos; los acuerdos con Francia para acabar con el santuario etarra en el País Vasco francés; las expulsiones de 25 miembros de ETA a Latinoamérica; la política de reinserción social a la que se han acogido decenas de polimilis y algunos milis, y una mayor eficacia policial contra los comandos etarras, posiblemente basada en una mejor información sobre los movimientos de los terroristas.