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Aumenta la tensión en el conflicto entre los mozos de carga de Mercamadrid

La Policía Municipal ha recibido órdenes de impedir la actuación de los mozos de carga de Mercamadrid que no pertenecen a la cooperativa que tiene la concesión municipal exclusiva para las tareas de transporte de mercancías desde los puestos de asentadores a los vehículos de los minoristas. La decisión ha sido calificada de ilegal y de "cacicada" del concejal de Abastos y Mercados, el comunista Adolfo Pastor, por Félix Álvarez, presidente de la Asociación de Mozos de Carga de Mercamadrid, que en su mayoría no han querido integrarse en la cooperativa.Los miembros de la mencionada asociación, que según Álvarez, afiliado a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), agrupa a la mayoría de los aproximadamente 500 mozos de carga de Mercamadrid, conocidos popularmente como chapas, "tienen perfecto derecho a seguir realizando su trabajo, por cuanto disponen de autorizaciones del ayuntamiento, de carácter personal e intransferible y por tiempo indefinido".

"Las autorizaciones", precisó Félix Álvarez, "fueron extendidas en 1956, cuando el mercado central de frutas y verduras estaba instalado en Legazpi. Había entonces unos 700 chapas, que estaban integrados en su práctica totalidad en la Asociación de Mozos de Carga, que se creó por exigencia del ayuntamiento. Cuando el Mercado Central se trasladó a Mercamadrid, la dirección reconoció la validez de las autorizaciones y, en una circular de diciembre de 1983, estableció la exclusividad del servicio de carga y abastecimiento en favor de los mozos que contaran con esa autorización".

Félix Álvarez acusé al dirigente comunista Nicolás Sartorius y a Adolfo Pastor de ser quienes auspiciaron hace un año una escisión en la asociación de mozos de carga. "Eran aproximadamente 50 chapas los que constituyeron la Cooperativa de Mozos de Abastecimiento de Mercamadrid (COMAM), a los que se les ha dado la concesión de actividad exclusiva en Mercamadrid en un concurso qúe, en nuestra opinión, es ilegal".

"El concurso", precisó Álvarez, "pretendía asignar unas funciones que estaban ya asignadas y legitimar un recorte sustancial de los derechos adquiridos de los mozos de chapa. Lo que pretende Pastor es reducir 400 puestos de trabajo".

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