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Acuerdo en Minas de Almadén, con equiparación de salarios a la media nacional del sector

A las cinco de la madrugada de ayer, los trabajadores y la dirección de Minas de Almadén y Arrayanes alcanzaron un acuerdo con el que se pone fin al encierro y paros diarios iniciados hace diez días, desconvocándose paralelamente el paro general en la comarca anunciado para el próximo lunes y jornadas festivas.

La reunión, celebrada por iniciativa de los trabajadores, comenzó a la una de la madrugada y se llevó a cabo en contacto personal con algunos directivos de la empresa y en conversación telfónica con el presidente, que se encontraba en Madrid. El documento aprobado por ambas partes prevé una cláusula adicional en el convenio por la que la empresa se compromete a homologar los salarios de los mineros de Almadén con la media nacional del sector. Esta equiparación se negociará con el comité de empresa antes del 31 de octubre y se incluirá en el convenio colectivo de 1985, con efectos retroactivos al 1 de enero del mismo años.La equiparación salarial de los sueldos de Almadén, comprendidos entre las 36.000 y 40.000 pesetas, constituía el único punto de diferencia entre las partes, después de que se alcanzara el acuerdo en otros aspectos. El comité de empresa había rechazado sucesivas ofertas empresariales hasta que no se firmara el compromiso de lograr la homologación el primero de enero del año próximo.

El secretario general de la federación de minería de UGT, José Antonio Saavedra, ha calificado de "éxito sindical" el acuerdo alcanzado ayer, si bien lamentó que se haya logrado a "costa de la integridad física de los trabajadores encerrados". Estos, que habían rechazado a los médicos de la empresa, consiguieron ayer que les fueran tomadas muestras de orina para su análisis por la dirección provincial de Sanidad. Fuentes sindicales afirmaron que los encerrados se encontraban con una moral alta, pero muy afectados por la toxicidad de los vapores mercuriales que han respirado durante diez días. El encierro concluyó a media tarde de ayer, después de que se firmara el acuerdo en la planta 23, como habían decidido los encerrados.

La negociación del convenio, paralizado desde hace dos meses por la citada diferencia, llevó a los trabajadores a presionar con un encierro de once miembros del comité de empresa y con sucesivos paros laborales, hasta llegar a la convocatoria de un paro general en la comarca de Almadén.

Antes de que se firmara este acuerdo, en una reunión promovida por el gobernador civil de Ciudad Real, la empresa retiró su exigencia de aumentar a doce las actuales ocho jornadas de trabajo en la "mina vieja", y aceptó que las cuatro de aumento se realicen de manera voluntaria, dos en el interior y dos en el exterior. La dirección, por su parte, argumentaba que el índice de toxicidad había disminuido, mientras los trabajadores sostenían que la medida podría ser un intento de aumentar el número de jornadas en el resto de las explotaciones, lo que consideraban inviable de acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo, en el que se recogían unos índices de contaminación 20 veces superiores a los permitidos por la Organización Mundial de la Salud.

En las conversaciones llevadas a cabo la semana pasada, se acordó también una subida del 6% de la masa salarial.

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