El hospital infantil de Valladolid, cerrado por deficiencias en la instalación eléctrica
Todos los pacientes ingresados en el hospital materno-infantil de Valladolid deberán ser trasladados a otros centros sanitarios antes de que concluya la jornada de hoy, 6 de agosto, debido a que la instalación eléctrica no reúne las mínimas condiciones exigidas y representa un peligro para los internados. La Consejería de Industria y Energía de la Junta de Castilla y León dio de plazo hasta hoy para el desalojo, en un informe elaborado tras conocer un estudio de la empresa que realizó la revisión de las instalaciones.La situación ha dado lugar a un abierto enfrentamiento entre el Insalud (Instituto Nacional de la Salud) y el rectorado de la Universidad. En el fondo de¡ problema subyace la entrada en funcionamiento del nuevo materno-infantil construido hace 10 años y que todavía no ha entrado en servicio. La Universidad pretende que se abra este centro, en el que se han invertido 1.500 millones de pesetas y que está dotado con aparatos que se están estropeando por falta de uso.
Los dirigentes provinciales del Insalud, por el contrario, creen que la apertura del materno-infantil sería negativa, porque supondría un coste económico insoportable, ya que, según ellos, se comería el presupuesto destinado a asistencia primaria y porque además en otros hospitales hay sitio suficiente para atender las necesidades del área matemo-infantil.
La decisión de la Consejería de Industria y Energía de cerrar provisionalmente el viejo materno-infantil ha precipitado los acontecimientos. Rectores de la Universidad y del Insalud acordaron trasladar a los pacientes al hospital del Del Río Hortega de la Seguridad Social mientras duren las obras de corrección de las deficiencias del viejo materno-infantil, cuyo coste pagará la Universidad.
El nuevo materno-infantil, sin embargo, no se abrirá. El Ministerio de Sanidad comunicó al director provincial del Insalud que las instalaciones permanecerán cerradas.
El rector de la Universidad de Valladolid, Fernando Tejerina, no está de acuerdo. El Insalud y la Asociación de Defensa de la Salud Pública apoyan la medida y la opinión pública de la ciudad está dividida en torno a un tema que ha levantado una gran polémica desde hace años.
Para un sector de la población, es injustificable que permanezca cerrado el nuevo materno-infantil, que ha costado 1.500 millones, mientras se atiende a los pacientes en instalaciones inadecuadas (viejo materno-infantil) o provisionales. Para otros, lo anacrónico es abrir un centro que será fuertemente deficitario y costosísimo, habiendo zonas libres en otros centros sanitarios y existiendo un claro descenso en el índice de natalidad.
Los contrarios a la apertura temen que el nuevo materno-infantil se lleve gran parte del presupuesto "en detrimento de sectores como el de asistencia primaria, en el que Valladolid está muy mal". Aseguran también que el nuevo materno-infantil, dadas sus grandes dimensiones, sólo va a estar ocupado en el 50% de su capacidad, y consideran que el exceso de camas que hay en Valladolid debe utilizarse para materno-infantil y que el nuevo edificio debe servir para otros menesteres.
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