Estalla una bomba en el Palacio de Justicia de Amberes, donde fueron juzgados dos 'etarras' entregados a España

Una bomba estalló en la madrugada de ayer en el Palacio de Justicia de Amberes, causando daños materiales de gran importancia, pero ninguna víctima. El atentado, que destruyó los pisos segundo y tercero, del edificio, podría estar vinculado con la amenaza hecha por la organización terrorista ETA político-militar, tras la extradición por Bélgica de dos presuntos etarras el pasado 14 de julio.

La bomba se encontraba en el despacho del presidente de la Cámara de Comercio y destruyó los espesos muros del edificio e incluso parte del techo. Durante varias horas, la policía belga cercó la zona donde está situado el palacio ante el peligro de derrumbe y registró el local en busca de un segundo artefacto, que no fue encontrado, informa la agencia Efe.En este mismo palacio fueron juzgados los presuntos etarras José Arteche y Salvador Ormaza y sus cómplices, Charles López (de nacionalidad francesa) e Itziar Olascoaga, todos ellos acusados de transporte ilegal de municiones en Bélgica.

A las 04.28 horas del domingo, la Cruz Roja de Bruselas recibió una llamada telefónica de una mujer que hablaba francés con acento español y que anunció la explosión, dos minutos más tarde, de una bomba en el Palacio de Justicia de Amberes. El telefonista de la Cruz Roja comunicó la llamada a la policía, pero la bomba hizo explosión antes de que las fuerzas de seguridad llegasen al palacio.

Los medios de comunicación belgas calificaron la explosión de "excepcionalmente violenta" y mencionaron como dato anecdótico que el portero del inmueble y su mujer fueron arrojados de la cama por el impacto.

Detenidos con cartuchos

La policía belga mantiene una gran discreción sobre la marcha de las investigaciones y sólo ha indicado oficialmente que el atentado no ha sido reivindicado hasta ahora. La radio y la televisión belga citaron, sin embargo, como autores "más probables" del atentado a los activistas de ETA, recordando la concesión a España de las extradiciones de José Arteche y Salvador Ormaza, ambos detenidos el 30 de octubre de 1983 en las cercanías de Amberes por el transporte de 2.020 cartuchos de 9 milímetros. De confirmarse la autoría de ETA (pm), sería el primer atentado cometido por la organización terrorista fuera de España.

Fuentes cercanas a ETA Militar consultadas por este periódico dieron a entender que esta facción no es responsable del atentado al señalar que los activistas extraditados por Bélgica eran miembros de ETA (pm).

En las últimas semanas la policía belga había montado un dispositivo especial de seguridad en el Palacio de Justicia y en otros lugares públicos de Amberes en previsión de acciones de represalia de ETA. Sin embargo, las autoridades decidieron que se podía levantar la vigilancia en el mes; de agosto, sobre todo después de que uno de los extraditados, Salvador Ormaza, fuera puesto en libertad condicional en España.

Caso sin precedentes

La policía interrogó ayer a los ocupantes de un automóvil con matrícula de Navarra en el que viajaban un matrimonio con un niño, pero llegaron a la conclusión de que se trataba de turistas sin relación con el atentado. El automóvil había sido encontrado en las proximidades del Palacio de Justicia y las primeras versiones habían indicado que se trataba de un coche abandonado, posiblemente por los autores del atentado. Arteche y Ormaza fueron los primeros etarras cuyas extradiciones eran conseguidas por el Gobierno español. Ambos llegaron a España el 14 de julio pasado e inmediatamente fueron trasladados a la cárcel madrileña de Carabanchel. El Gobierno belga accedió a la solicitud española por considerar que no podían negar la extradición "a un país con régimen democrático y que forma parte del Consejo de Europa", según manifestó en su día un portavoz oficial belga.

Bélgica pidió, sin embargo, garantías de que Arteche y Ormaza recibirían un "trato equitativo". Diez días después de entrar en prisión, Ormaza fue puesto en libertad por el Gobierno español.

Resultó decisiva a la hora de conseguir las extradiciones, la intervención del ministro de Justicia belga y vicepresidente del Gobierno de coalición democristiana-liberal, Jean Gol. El Partido Liberal de Bélgica, que dirige Gol, es partidario de una mayor colaboración entre todos los países europeos en la lucha contra el terrorismo.

La concesión de estas dos extradiciones a España constituyó una decisión sin precedentes del Gobierno belga. Nunca desde la Segunda Guerra Mundial, Bélgica había concedido extradiciones por delitos de terrorismo o de cualquier otro tipo con implicaciones políticas. Durante la guerra de Argelia, por ejemplo, Bélgica negó a Francia extradiciones de supuestos miembros de la OAS. Algunos integrantes del grupo terrorista de la República Federal de Alemania Baader-Meinhof fueron expulsados del país, pero sin tratarse técnicamente de extradiciones.

Las únicas extradiciones que ha concedido Bélgica en el pasado han estado relacionadas con delitos comunes y su beneficiario ha sido, generalmente, Holanda, país con el que tiene un tratado de extradición inmediata.

El pasado, mes de marzo, durante una visita a Bélgica del presidente del Gobierno español, Felipe González, éste insistió ante su colega belga, Wilfried Martens, en la necesidad de que fuesen concedidas las extradiciones de Arteche y Ormaza.