_
_
_
_

Joaquín Almunia reduce a "simple ejercicio aritmético" el anuncio de crear 700.000 empleos en los dos próximos años

El ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, negó ayer validez a las previsiones de creación de 700.000 empleos en dos años contenidas en la documentación entregada por el Gobierno a sindicatos y patronal el pasado jueves en la negociaciones del Acuerdo Económico y Social (AES) 1984-1986. El Gobierno no volverá a repetir el error de comprometerse con una cifra exacta de empleos a crear, por lo que las citadas previsiones "son un puro ejercicio aritmético", según señaló ayer Joaquín Almunia. El ministro afirmó que "únicamente si se lograra el acuerdo podría hacerse una previsión exacta de los puestos de trabajo que se generarían".

Almunia insistió ayer en que las previsiones contenidas en el documento entregado el pasado jueves a los representantes de la patronal y de los sindicatos, en el que se hacía una proyección de empleo a crear en los próximos dos años de 700.000 puestos de trabajo, "era un ejercicio puramente aritmético". El Gobierno, según sus palabras, no volverá a cometer el error de fijar exactamente la generación de empleo, y únicamente admitió la posibilidad de cuantificar esta cifra cuando el acuerdo estuviera suscrito.En consecuencia, el ministro aclaró que el cuadro en el que se recogían previsiones de 700.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos dos años -"y que por cierto ha sido elaborado por Economía y no por Trabajo"- carecía de validez real y que había sido entregado ante la insistencia de CC OO por conocer las previsiones del Gobierno en este sentido. El Gobierno se había limitado, según afirmó, a realizar una simple operación dividiendo la productividad total por el número de personas ocupadas. Una vez hecho esto, calculó el número de trabajadores necesarios para lograr un incremento del producto interior bruto del 3% en 1985 y del 3,5% en 1983 sin aumentar la productividad.

En definitiva, se trataría de "una cuenta de la vieja", sin que pudiera interpretarse como que el Gobierno se compromete a crear una cifra de empleos como la recogida en la documentación. El ministro aseguró que era una "irracionalidad pretender cuantificar los puestos de trabajo. Sobre todo", comentó, "después de las malas experiencias existentes en este sentido".

Previsiones abiertas

Joaquín Almunia, contestando a acusaciones de la patronal -y también de CC OO- sobre la escasa información aportada por el Gobierno a lo largo de las negociaciones, precisó que "el Gobierno todo lo que ha puesto sobre la mesa lo ha hecho en forma abierta. Ninguna de las cifras puede considerarse cerrada. Y nos hemos resistido a dar datos precisamente para que no existiera la sensación de que se negociaba sobre conceptos inamovibles".

En este aspecto, destacó que no tenía sentido anticipar los presupuestos de la Seguridad Social, tal como pretende la patronal, porque "los presupuestos son un todo y hay que negociar sobre el conjunto de las previsiones, con lo que las partidas sufrirán modificaciones en función de lo que se acuerde a lo largo de las negociaciones".

Admitió que el déficit de las empresas públicas podía ser un tema importante en las discusiones del futuro acuerdo, pero matizó que "también en este sentido el Gobierno se encuentra abierto a cualquier propuesta". Y añadió, con cierta ironía: "incluso a considerar cualquier oferta para la compra de estas empresas".

Almunia no cuestionó la voluntad negociadora de cada una de las partes, pero sí admitió que había posturas en la mesa que representaban mayores dificultades para la consecución del acuerdo. Así, comentó que no tenía demasiado sentido que CC OO hablará de que las pensiones se iban a rebajar cuando el tema ni siquiera había sido planteado en la mesa y "cuando el Gobierno tiene la voluntad de llevar a rajatabla la garantía de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas".

También sobre la patronal dijo el ministro que planteaba críticas poco acordes con la dinámica negociadora y con la realidad de lo que los representantes del Gobierno habían mantenido en la mesa. Según Almunia, las previsiones presupuestarias y de política económica eran orientativas, y si se presentaban era, precisamente, porque había una voluntad del Ejecutivo de negociar cada partida.

Sin embargo, respecto al documento entregado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) a los representantes del Gobierno en los que se proponen alternativas al modelo presupuestario, Almunia afirmó que, en el fondo, no existían demasiadas diferencias y que la propia patronal admitía en su modelo un incremento mayor del déficit.

"Todos estamos de acuerdo", dijo, "en las grandes líneas económicas. Las discrepancias aparecen a la hora de bajar a los aspectos concretos". Y al igual que había expresado el presidente de la CEOE tampoco, según sus palabras, el Gobierno firmará un acuerdo que signifique agresión para el empleo y la inversión.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_