La lenta reorganización de capitanías persigue reducir "sin traumas" el escalafón de generales

Las promesas y el deseo del ministro de Defensa, Narcís Serra, de realizar "sin traumas y con moderación" la reducción del número de generales en el Ejército de Tierra han sido unos de los factores determinantes para que la nueva organización militar del territorio en el Ejército de Tierra -que fija la existencia de seis regiones militares, en lugar de las nueve actuales- no se realice de forma inmediata, sino a lo largo de los próximos tres años (véase EL PAIS de ayer). En 1984 sólo se aplicará la reorganización en Andalucía (Región militar Sur). La nueva distribución territorial, unida al nuevo despliegue del Ejército -habrá 14 brigadas, en lugar de las 25 actuales-, supondrá reducir de 185 a 143 la plantilla de generales en Tierra.

La mayor reducción porcentual se producirá en el empleo de tenientes generales. Mientras la actual plantilla oscila entre 17 y 20 tenientes generales, la futura será de 10, según el proyecto legislativo presentado por el Gobierno. La plantilla actual en esta graduación, aunque no cubierta en su totalidad, está integrada por los 11 mandos de regiones militares, -nueve regiones más Baleares y Canarias-, el director general de la Guardia Civil, el director de la Escuela Superior del Ejército y los jefes de los mandos superiores de Personal y Apoyo Logístico, el director de Enseñanza del Ejército, y otros altos cargos militares. .La reducción en este empleo ya se inició hace varios meses. Al frente de Baleares y de la actual IX Región (Granada), por ejemplo, ya no hay tenientes generales, sino generales de división desde noviembre del pasado año y desde febrero de este año, respectivamente. El director de Enseñanza del Ejército también es general de división desde principios de este año.

Con la puesta en marcha de la nueva organización territorial se amortizan de la plantilla cuatro tenientes generales, ya que habrá tres regiones militares menos y al frente de la Zona Militar de Baleares figurará un general de división, en lugar de un teniente general como ocurría hasta el año pasado. Además, los mandos de Personal y de Apoyo Logístico, y el director de Enseñanza serán también generales de división.

Con respecto. a los generales de división y de brigada -actualmente 55 y 110, si bien cam bian continuamente-, las plantillas también tendrán que variar de acuerdo con la prevista reducción de brigadas y de la plantilla general del Ejército (35.000 profesionales, en lugar de los 41.000 actuales). Las nueve brigadas de Defensa Operativa del Territorio (BRIDOT) desaparecerán, de acuerdo con el plan de Modernización del Ejército de Tierra (META) y, de hecho, ya ha comenzado el desmantelamiento de la BRIDOT de la III Región (Valencia). El proyecto de ley de Plantillas prevé unas plantillas de 35 generales de división y 98 generales de brigada. El plazo total que se ha marcado el Gobierno para ajustar las actuales plantillas del Ejército a las futuras ha sido de seis años.

Con motivo dé la Pascua Militar de este año, celebrada los días 5 y 6 de enero, el entonces jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Ramón Ascanio, prometió "gradualidad y prudencia" en el proceso de modernización del Ejército. Un ejemplo de esta promesa lo ha constituido también el hecho de que el decreto de reorganización territorial, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, mantiene, como pidieron varios generales, la denominación de capitán general (se llegó a manejar la de nominación comandante general).

Según altos mandos militares, la nueva estructura logística del Ejército -funcional, en lugar de basada en los servicios que se efectúan- es el primer objetivo en las nuevas regiones militares, y su aplicación también requerirá vanos meses, por lo que no es posible efectuar la reorganización territorial en breve.