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El Gobierno cuantifica las previsiones de creación de empleo para el resto de la legislatura en 700.000 puestos de trabajo

Los representantes del Gobierno entregaron ayer a sindicatos y patronal la documentación complementaria sobre sus previsiones económicas para el Acuerdo Económico y Social 1985-1986. En ellas se prevé un crecimiento del empleo de 315.000 puestos de trabajo en 1985, con un aumento del producto interior bruto, (PIB) del 3%. Para 1986, si el PIB crece en un 3,5%, los empleos que se crearían serían 378.000. Todo ello, si no aumenta la productividad. Sin embargo, Miguel Boyer afirmó al término de la reunión que cualquier previsión de creación de empleo es puramente especulativa.

Las previsiones de creación de casi 700.000 empleos en dos años, contenida en los documentos que el ministro de Economía, Miguel Boyer, y el de Trabajo, Joaquín Almunia, entregaron ayer a los representantes de Comisiones Obreras (CC OO), Unión General de Trabajadores (UGT) y Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), están basadas en un aumento de productividad por persona ocupada nulo y en un incremento del PIB del 3% en 1985 y del 3,5% en 1986.El propio Miguel Boyer, una vez acabada la reunión, aclaraba que toda previsión en creación de empleo es pura especulación, al influir variables con márgenes de error del 100%. Y con estas cautelas había que entender el cuadro entregado a los sindicatos y la patronal en el que, efectivamente, se recogen unas previsiones que van desde los 700.000 nuevos empleos a sólo 53.000 en los dos años que restan de legislatura.

Las previsiones, pues, están efectuadas teniendo en cuenta la idea de que, una vez que la destrucción de empleo toque fondo, se producirá una reducción de la productividad aparente y ello, en definitiva, provocará la contratación de nuevos trabajadores.

Errores pasados

Tal vez esta filosofía quede más clara con la anécdota contada por uno de los asistentes. Boyer, según estas fuentes, demostró una cierta resistencia a cuantificar exactamente el empleo a crear con la aplicación de su política económica y dijo en la reunión que en ningún cuadro macroeconómico se recogían estas previsiones. Cuando se le hizo notar que en los cuadros del Plan Trienal del Gobierno se cuantificaba, por el contrario, los puestos de trabajo a crear, respondió que "uno aprende de sus propios errores".

El ministro de Economía insistió en que lo importante no es hacer previsiones -"siempre inciertas"- si no en establecer medidas que permitan la creación de empleo: inversión, moderación salarial, paz social, flexibilidad del mercado de trabajo, etcétera. En los documentos entregados por el Gobierno se insiste, precisamente, en que para lograr los objetivos de empleo hay que ir a la moderación salarial y a la flexibilidad del mercado de trabajo.

Miguel Boyer, respondiendo a las críticas de la parte empresarial precisó que estaba convencido que los tipos de interés experimentarían una sustancial rebaja al finalizar 1985 y que las empresas tendrían una mayor capacidad de autofinanciación. E insinuó que los recursos de financiación al sector privado podrían aumentar hasta un 9%, en lugar del 7% previsto en principio.

Pero ni la CEOE ni CC OO estaban ayer satisfechas con las explicaciones de los representantes del Gobierno. Explicaciones que, según el contenido de la reunión quedaron para más adelante. Según las partes, el encuentro de ayer se dedicó casi por entero a establecer las materias a negociar y en fijar la fecha de la próxima entrevista: el 27 de agosto.

Juan Jiménez Aguilar, secretario general de la CEOE, afirmaba ayer que ninguna de las dudas de la patronal han sido resueltas y que nada hace prever que el Gobierno fuera a modificar su política económica. Por otras razones, CC OO tuvo valoraciones muy semejantes. Para este sindicato los documentos hasta ahora entregados apuntan hacia una reducción en las transferencias sociales, sobre todo en lo que se refiere a desempleo, y un recorte importante en los fondos destinados a inversión pública. Los representantes del Gobierno entregaron a sindicatos y patronal nuevos datos sobre los presupuestos del Instituto Nacional de Empleo, en la parte correspondiente a desempleo y fomento de empleo. Los gastos previstos por estos conceptos -es decir, desempleo, subsidio, prestaciones médico-farmacéuticas, etc- alcanzan los 720.512 millones en 1985. De ellos, 400.512 serán financiados en base a las cuotas de empresarios y trabajadores (lo que supone un incremento del 10% respecto a 1984), y 320.000, por parte del Estado (7,3% de aumento). El documento indica que el tipo de cotización en 1985 será el mismo que en 1984. Sin embargo, los ingresos por cuotas fueron en 1984 de 364.133 millones. Este aumento en la recaudación de cuotas podría explicarse por una mejor gestión, por una disminución de los parados y un aumento de la población ocupada.

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