Dinero menos rentable

La banca aprovecha estas semanas de canícula para desplegar silenciosamente una vasta operación de recorte del interés que abona a sus depositantes. Tal medida era previsible desde el momento en que las instituciones financieras anunciaron que se disponían a abaratar, siquiera sea muy moderadamente, el coste de los créditos que facilitan a empresas y particulares.Si se considera que los márgenes con que actúa la banca suponen sólo, un punto porcentual sobre el volumen total de su negocio de tomar y prestar dinero, es evidente que una reducción de intereses por el lado de los créditos ha de ir seguída de otra reducción paralela por el lado de los depósitos. De lo contrario, las cuentas de explotación bancanas correrían un claro riesgo de entrar en zona de pérdidas. (...)

El pacto de caballeros suscrito por la banca hace pocos días establece un extenso repertorio de regulaciones, prohibiciones y escalas de intereses, encaminadas a congelar la remuneración de los depósitos y conseguir a corto plazo un sustancial descenso de los tipos de interés. (...)

El pacto bancario cuenta a su favor con una baza coyuntural nada despreciable. Consiste en que sus esfuerzos por comprimir la rentabilidad del dinero se alinean cabalmente con los que el brazo ejecutor de la autoridad monetaria, el Banco de España, está realizando de unas semanas a esta parte en la misma dirección, con la consecuencia de que los pagarés del Tesoro muestren, subasta tras subasta, leves retoques a la baja. En todo caso, la banca ha dado un paso al frente para moderar los intereses. Su iniciativa se vería sensiblemente, reforzada si las demás parcelas del sistema financiero -cajas de ahorro, cooperativas rurales de crédito, Caja Postal, etcétera- se animasen a tomar, el mismo rumbo.

29 de julio