Estado ruinoso de 12 edificios municipales de Zaragoza
Un informe de los servicios técnicos de arquitectura del Ayuntamiento de Zaragoza revela "el estado de ruina" en que se encuentran algunos edificios de propiedad municipal y recomienda reparaciones urgentes en otros, como el palacio de la Lonja y la casa de socorro. En esta última el estado precario de la instalación eléctrica "pone en peligro la integridad física de las personas".La comisión de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Zaragoza se reunió para conocer el referido informe, encargado en su día por el alcalde, y varios concejales visitaron algunos de los edificios afectados. El gabinete de prensa del ayuntamiento difundió ayer una nota en la que señalaba que el próximo mes de septiembre volverá a reunirse esta comisión "para adoptar las medidas económicas y técnicas necesarias de mantenimiento, rehabilitación o demolición de los inmuebles de que se trate, teniendo en cuenta las características de conservación o valor histórico, artístico o ambiental que posean".
Varios son los edificios declarados en estado de ruina total, en los que habitualmente no se realizan actividades: el antiguo cuartel de San Agustín; un grupo escolar del mismo nombre y próximo al edificio anterior, en donde la falta de cuidado, las goteras y la humedad han provocado su estado actual. En parecidas condiciones se halla el antiguo albergue municipal, seis edificios del casco viejo de la ciudad y el mercadillo de San Vicente de Paúl.
La mayoría de los edificios en estado ruinoso están abandonados, aunque los técnicos han descubierto deficiencias en otros que se utilizan normalmente. En la casa de socorro las anomalías en la instalación eléctrica representan "un grave peligro para la integridad física de las personas: hay goteras de agua cayendo cerca de enchufes aéreos con los polos descubiertos y la toma de tierra de una de las fotocopiadoras está conectada a la instalación de la calefacción". Además de los fallos de tendido eléctrico se aprecia hundimiento de los elementos que sirven de soporte a las tejas, filtraciones, goteras y deficiencias en el ascensor, por incumplimiento de las ordenanzas. Reparar esas deficiencias supondrá unos ocho millones de pesetas.
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