Alan Labos,
peluquero, ha decidido aprovechar los Juegos Olímpicos para hacerse un nombre en su oficio. Dos peluquerías, cada una de ellas instalada en las respectivas villas olímpicas, están ya abiertas para atender exclusivamente a los atletas. Alan Labos propone para ellos diversos peinados de moda. Según sus primeras impresiones, será la clientela europea la que pueda proporcionarle mayor campo para desarrollar su creatividad e imaginación. "Los norteamericanos son demasiado serios", explicó, aunque le empieza a sorprender que sean los hombres quienes empiecen a demandar algún tipo de tinte para sus peinados. El cliente más avanzado ha sido un saltador canadiense quien solicitó un peinado estilo piel roja, con una cresta que mezclara los tonos rubio y moreno.
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