El escrutinio de los sufragios del Ejército resta un diputado al laborismo en Israel
El escrutinio de los sufragios emitidos por los soldados y oficiales del Ejército israelí, que acabó ayer por la tarde, inclinó ligeramente la balanza política en Israel hacia la derecha, otorgando un escaño más al partido de extrema derecha Tehiya (Renacimiento), en detrimento del Partido Laborista. Tehiya se convierte así, con cinco diputados, en la tercera fuerza política del Estado de Israel.
Esta pequeña modificación del reparto de los escaños en el Kneset (parlamento) elegido hace cuatro días reviste gran importancia al fortalecer la posición del actual primer ministro y jefe de la derecha nacionalista del Likud (Unión), Isaac Shamir, que puede ahora pretender constituir más fácilmente un Gobierno mayoritario gracias al apoyo de la ultraderecha y de los cuatro partidos religiosos.El número de votantes en las fuerzas armadas es secreto por motivos de seguridad, pero se estima que sólo unos 60.000 militares han acudido a las urnas en los cuarteles y bases aéreas, porque la mayoría de los reclutas han cumplido con su deber electoral en los municipios donde están censados.
Con tan sólo tres mandatos parlamentarios menos que el movimiento laborista y unos aliados potenciales en el Kneset más numerosos, Shamir está ahora en mejores condiciones para mantenerse en el poder que su rival socialdemócrata, Shimon Peres, para acceder a la jefatura del Gobierno.
La actitud del Mapam
Este resbalón hacia la derecha del equilibrio político se produce justamente cuando, en un sorprendente cambio de actitud, la izquierda del laborismo, el Mapam, dio ayer luz verde a Peres para que inicie conversaciones con vistas a la creación de un Gobierno de unión nacional con el Likud, aunque advirtió de antemano que no participaría en este Gabinete.Tras mantener el miércoles por la tarde una larga reunión con la cúpula del Partido Laborista, Víctor Shenitov, jefe del Mapam, declaró que su fracción "no se oponía a los intentos de formar ese tipo de Gobierno".
Hasta ahora, la escasa distancia electoral entre la coalición derechista en el poder y la oposición laborista, junto con la multiplicación de las pequeñas listas con representación parlamentaria, dificultaba la constitución de un Gabinete predominantemente nacionalista o socialdemócrata, y tanto Shamir como Peres parecían aceptar como única salida viable un Ejecutivo integrado por sus dos formaciones. A la vista de la rectificación de los resultados ocurrida ayer, es probable que Shamir cambie de opinión.
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