_
_
_
_

La Junta Municipal de Mediodía ordena la clausura de un asilo sin licencias legales

El concejal presidente de la Junta Municipal del Distrito de Mediodía, Javier Prieto, firmó el pasado lunes, día 23, la orden de clausura del asilo ilegal cuya existencia habían denunciado los vecinos del inmueble Torre Mediodía, en el kilómetro 2,2 de la carretera de Madrid a San Martín de la Vega. La orden de clausura indica que el propietario de la residencia de ancianos, Bonifacio González, debe cerrar el establecimiento en un plazo de 15 días hábiles.

En caso de que transcurra el plazo establecido para el desalojo del asilo y éste no se haya producido, las autoridades municipales precintarán la residencia, extremo al que la junta de distrito espera no tener que llegar, según declaró ayer José Luis Beltrán, secretario del organismo municipal.

La decisión de clausurar el asilo fue tomada el pasado viernes por Javier Prieto, a raíz de los datos obtenidos por una inspección realizada el mismo día. En la inspección participaron el secretario de la Junta Municipal de Mediodía y el técnico de Sanidad de ésta. Como consecuencia de la investigación se estableció que la residencia de ancianos no contaba con los requisitos legales precisos para este tipo de instalaciones.

El dueño del asilo, Bonifacio González, declaró ayer que todavía "no me ha sido comunicado el decreto de clausura", y que su intención es, una vez que tenga constancia de su contenido, "poner el asunto en manos de un abogado antes de cerrar el asilo". Por el contrario, José Luis Beltrán afirmó que el mismo lunes por la tarde un dotación de la Policía Municipal había acudido a Torre Mediodía para comunicar a Bonifacio González el decreto de clausura.

Molestias

Los vecinos del inmueble se mostraron ayer satisfechos por la actitud de la Junta Municipal de Mediodía, con cuyos responsables se entrevistaron para denunciar las molestias provocadas por la residencia de ancianos y la situación ilegal del establecimiento. No obstante, los vecinos temen que el cierre no sea definitivo y que "dentro de tres meses estemos otra vez en las mismas".La protesta de los vecinos se centraba fundamentalmente en el incesante movimiento de los cadáveres de ancianos fallecidos, que, según los residentes en la finca, se producía desde hacía dos años. Según algunos vecinos, en 1982, cuando comenzó a ejercer su actividad el asilo, los cadáveres eran sacados del edificio a cualquier hora del día. Posteriormente, tras las protestas vecinales, los muertos eran sacados a altas horas de la madrugada. Muchos de los vecinos del edificio Torre Mediodía tenían conceptuado el asilo como un moridero donde desembocaban los enfermos incurables.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_