Detenido el presunto provocador de una reyerta en la que murió un gitano

Un hombre de 23 años, cuyo nombre corresponde a las iniciales B. G. V., fue puesto a disposición judicial el pasado martes, como presunto implicado en la riña tumultuaria entre payos y gitanos ocurrida el pasado domingo en una verbena celebrada en el distrito madrileño de Villaverde. En el incidente murió apuñalado Ángel Hernández Suárez, de 24 años, de raza gitana, y resultaron heridos el gitano Diego Medina, de 31 años, y el payo Benigno Girón, de 23, que fueron asistidos en la residencia sanitaria Primero de Octubre.El detenido, niega haber participado en el suceso, pero según las informaciones recogidas por la policía parece ser el hombre que con su actitud provocadora inició la pelea. Según informó el domingo la jefatura de Madrid, el enfrentamiento empezó cuando un hombre se acercó a un grupo de gitanos que estaban comiendo sardinas asadas en la verbena. El recién llegado fue invitado a participar en la comida, cogió una sardina y la tiró al suelo. Luego orinó en una furgoneta de los gitanos.

En la madrugada del domingo, B. G. V. fue localizado por un coche zeta en una calle cercana al lugar donde comenzó la riña. Estaba levemente lesionado en la cabeza y, subido a una furgoneta, intentaba entrar en una vivienda baja, para escapar de la persecución de unos amigos del gitano fallecido.

Presuntos atracadores a disposición del juez

El martes fueron también puestos a disposición judicial los hermanos Óscar y Sergio Doral Pérez, de 17 y 19 años, detenidos el pasado sábado después de asaltar la oficina del Banesto sita en la calle de Bravo Murillo número 22. Óscar Doral, tras tomar como rehén al director de la sucursal y disparar contra la dotación de un cohe zeta, fue herido levemente de bala en la región glútea.Ha sido detenido también un hombre de 25 años, P. P. J., acusado de los delitos de complicidad y denuncia falsa. La policía ha comprobado que el revólver Llama, calibre 38 especial, que intervino a Óscar Doral era propiedad del tercer detenido. Según la policía, éste, antes del atraco, entregó el revólver a los hermanos Doral. Al saber que el delito había fallado, denunció en comisaría que el arma le había sido robada.