AP atacará frontalmente a Felipe González en una nueva fase de oposición al Gobierno

Alianza Popular (AP) atacará frontalmente al presidente del Gobierno, Felipe González, en la nueva etapa de oposición dura que ha anunciado para el próximo mes de septiembre. "La oposición benevolente y la inmunidad que ha tenido hasta ahora el presidente González se han terminado", manifestó ayer a este periódico el secretario general, Jorge Verstrynge. "Hasta ahora hemos estado criticando la gestión de los ministros más incompetentes del Gobierno, diluyendo en ellos la responsabilidad directa de González. Ya ha llegado la hora de decir con claridad que el presidente del Gobierno es, sencillamente, un mal presidente y el responsable directo de las promesas incumplidas y los errores de sus ministros", añadió Verstrynge.Esta decisión de la dirección aliancista de acabar con la "inmunidad" que ellos mismos han estado dispensando al presidente González -salvo algunas declaraciones aisladas del portavoz parlamentario, Miguel Herrero de Miñón- ya ha tenido su primer acto en un discurso del secretario general de AP pronunciado la pasada semana en Málaga. En aquella ocasión, Verstrynge dijo por primera vez que Felipe González merece "un cero por su actuación" y que es un presidente "pésimo, parece que no existe". El segundo acto está previsto para finales de este mes, en Baleares, feudo aliancista donde ejerce gran influencia Abel Matutes, y donde de nuevo Verstrynge piensa atacar frontalmente al presidente.

Esta estrategia está pensada, según fuentes aliancistas, en dos tiempos: primero es Verstrynge quien lleva la voz cantante en el ataque directo a González, y después, el propio Manuel Fraga, al que hasta el momento se le han oído críticas más o menos feroces los ministros, a Alfonso Guerra a la labor del Gobierno en su conjunto, pero nunca contra la persona del presidente González.

La nueva fase de oposición dura al Gobierno se complementará con un control sistemático en el Parlamento, las comunidades autónomas y los municipios; una mayor comparecencia del presidente de AP, Manuel Fraga, ante los informadores para resaltar lo que él considere como mayores errores del Gobierno, y una contestación coordinada con los empresarios, operación esta última directamente vinculada a la previsible incorporación a Alianza Popular del ex presidente de la CEOE Carlos Ferrer Salat, anunciada para después del verano.

Satisfacción oficial

La Junta Directiva Nacional de AP analizó largamente en la reunión del pasado lunes, la última celebrada antes del paréntesis veraniego, la oposición realizada por Alianza Popular desde el inicio del mandato socialista. La postura oficial continua siendo la de manifestar total satisfacción por la manera en que se ha llevado la oposición al Gobierno de Felipe González, y así lo hicieron Manuel Fraga, Jorge Verstrynge y Abel Matutes en su comparecencia posterior ante los periodistas.Pero en el seno del partido, de la coalición y del grupo parlamentario se ha cuestionado más de una vez esta labor de oposición. Así quedó reflejado en el debate de la mencionada reunión de la junta directiva nacional, y los mismos dirigentes aliancistas que defienden públicamente la estratagia de óposición que AP ha realizado hasta ahora admiten en privado que el PSOE supo sacar más partido y realizar una oposición más eficaz antes de llegar al poder.

En este contexto, la junta aprobó el lunes la nueva estrategia de oposicion presentada por la dirección del partido. Ésta consiste en iniciar un segundo período de mayor actividad y dureza, a medida que se aproxima la fecha de convocatoria de nuevas elecciones: Galicia, en noviembre de 1985; Andalucía, en la primavera de ese mismo año, y finalmente, las legislativas.

Todo ello, después de dar por concluida la primera etapa de oposición, caracterizada por una apatía general ante la labor del Gobierno, tanto en la calle como en el Parlamento, donde la ausencia de diputados conservadores ha sido la tónica general del período de sesiones que acaba de terminar -aunque aún se celebrará un pleno extraordinario del Congreso-, mientras la campaña más fuerte de contestación a una ley del Gobierno, la del Derecho a la Educación (LODE), ni siquiera fue llevada directamente por AP, sino en la calle y en el Parlamento, que asumió el protagonismo el Partido Demócrata Popular.

Asimismo, la dirección aliancista ha empezado una labor de coordinación sobre la actividad de los Gobiernos regionales y municipales regidos por el PSOE.