El Partido Demócrata apoya la elección de Ferraro para la vicepresidencia de EE UU

Las reacciones a la designación de Geraldine Ferraro para el cargo de vicepresidente de Estados Unidos, número dos del equipo que espera formar el casi seguro candidato presidencial de los demócratas, Walter Mondale, son muy positivas en todos los estamentos del Partido Demócrata. También, en general, entre el norteamericano medio y en particular entre las feministas.

Edward Kennedy, en declaraciones que pueden considerarse el resumen de lo que opinan la mayoría de los políticos demócratas, cree que la de Ferraro es "una elección sobresaliente". "Considero a Gerry Ferraro como uno de los más cualificados líderes de Estados Unidos", dice, "y ahora todo el país tendrá ocasión de conocer a Gerry Ferraro y apreciar su extraordinaria capacidad"."Es una victoria para todas las mujeres, para las mujeres de todas las razas; una victoria para todos los norteamericanos", según Judy Goldsmíth, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres. La dirigente feminista se declara "impresionada por la valerosa decisión" de Mondale, que, piensa, incrementará la participación en las elecciones del 6 de noviembre de las mujeres y de los grupos minoritarios.

Mondale arriesga, con el nombramiento de Ferraro, una opción que puede no satisfacer a una amplia fracción machista del electorado de Estados Unidos, entre el que ya se han oído dudas sobre el que "una mujer sea la más indicada para un cargo como el de vicepresidente".

Para los republicanos, que preparan su estrategia para la reelección del actual equipo dirigente, formado por el presidente Ronald Reagan y el vicepresidente George Bush, "la presencia de una mujer para el cargo de vicepresidente no altera las perspectivas de reelección del presidente", según medios de la Casa Blanca. Sin embargo, Reagan reunió ayer en tomo suyo a una serie de mujeres republicanas, en clara réplica a la decisión demócrata de contar con una mujer para la vicepresidencia.

Walter Mondale descansa este fin de semana "en algún lugar del lago Tahoe", según un portavoz del líder demócrata, en las montañas de Sierra Nevada, a unos 300 kilómetros al norte de San Francisco.

El que fuera vicepresidente de Jimmy Carter, con la papeleta resuelta en cuanto a la opción de su segundo, llegará el lunes a San Francisco, el mismo día en que comienza la convención nacional demócrata, que, si no hay sorpresas mayúsculas, le nombrará candidato presidencial en representación de este partido.