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Una mujer en la candidatura demócrata a la Casa Blanca

Una fiscal de religión católica, liberal, hija de italianos y poco experta en política internacional

Profesora, abogada, fiscal y, más tarde, miembro de la Cámara de Representantes, Geraldine Ferraro, hija de emigrantes italianos y madre de tres hijos, aspira ahora a convertirse en la primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos. Los analistas reprochan a esta congresista por Nueva York, católica y liberal, su falta de experiencia en política internacional.

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Sublime decisión

La señora Ferraro, de 48 años representante desde 1978 de un distrito popular en el barrio neoyorquino de Queens, ha sido durante estas últimas semanas la personalidad femenina más frecuentemente citada como virtual candidata demócrata "a la vicepresidencia, con el apoyo del presidente del Congreso norteamericano, Thomas Tip O'Neill.Delgada, elegante, pelo rubio y corto, ojos verdes, con un ligero acento neoyorquino, Geraldine Ferraro -que, en homenaje a su madre, ha mantenido su nombre de soltera para su carrera política- tiene fama de ser obstinada en el trabajo, enérgica y ambiciosa. Cuando tenía ocho años resultó profundamente influida por la muerte de su padre, un italiano dueño de un restaurante. "Estuvo enferma durante un año entero", recuerda Antonetta Ferraro la madre de Geraldine. La familia, agobiada por graves problemas financieros, tuvo que mudarse al Bronx, donde la madre trabajó como costurera.

Geraldine Ferraro también trabajó como dependienta en unos grandes almacenes mientras estudiaba el bachillerato; después estudió Magisterio, y mientras daba clases de primaria estudiaba Derecho por las noches. Finalmente obtuvo el título en la Universidad de Fordham, en 1960. A los dos días se casó con John Zaccaro, convertido en rico promotor inmobiliario, con el que ha tenido tres hijos, dos chicas y un chico: Donna, de 22 años; John, de 20, y Laura, de 17.

El segundo gran paso de su vida se remonta a 1974, cuando se convierte en fiscal adjunta en el barrio de Queens, al lado de su primo Nicholas Ferraro. Sus funciones la llevan a ocuparse de casos de violación, de agresiones contra ancianos o niños y de mujeres maltratadas. "Cuando accedí a este puesto no sabía siquiera qué eran los vales de comida", ha dicho. "Vi a niños francamente espabilados que tan sólo necesitaban una oportunidad en la vida. Esto puede parecer liberalismo lacrimoso, pero existen ciertas injusticias".

Ascenso fulgurante

Cuatro años más tarde se lanza a la política y hace campaña con el lema Por fin una demócrata firme, convirtiéndose en representante de Queens, cargo para el que es reelegida en 1980 y 1982. En la Cámara de Representantes, su amistad con el presidente, Thomas O'Neill, le valió un rápido ascenso y la entrada en la poderosa Comisión de Presupuestos. Se muestra eficaz y liberal, sin ir demasiado lejos y sin dejar descontento a su electorado, más conservador que ella. Ferraro está a favor de la política del aborto libre, aunque personalmente se opone a él. "Soy católica", afirma, "y acepto la doctrina de mi fe".Una de las posibles críticas que se le van a dirigir como candidata a la vicepresidencia es su inexperieácia en materia de política exterior y de control de armamentos. No obstante, este año se ha trasladado a América Central y a Israel, donde ha acentuado su posición proisraelí. "No sabía lo que era la orilla occidental del Jordán (Cisjordania). Es minúscula", ha dicho. "Me hablan de los al tos del Golán. Ahora puedo asegurarles que sena una locura por parte de Israel abandonarlos".

Precisamente pocas horas antes de que se anunciara que había sido elegida para acompañar a Mondale en la carrera hacia la Casa Blanca, Ferraro había manifestado, en su primera intervención pública sobre política exterior, que, en caso de ganar las elecciones, la futura Administración demócrata "luchará contra la tiranía de la Unión Soviética, que ahoga a la población de Polonia, riega de bombas los pueblos y las montañas de Afganistán y aplasta la libertad religiosa de su propio pueblo". Ferraro manifestó, sin embargo, que no se cerrarán las puertas a Moscú y que se tratarán de reanudar las negociaciones sobre el control de armamentos.

Evocando su infancia, Ferraro ha dicho: "Cuando eres pequeño lo quieres todo, y cuando no puedes tenerlo todo, tomas lo que puedes. Yo he tomado lo que he podido y finalmente lo he conseguido todo".

Convertida en la primera mujer candidata de un gran partido a la vicepresidencia -Angela Davis ha sido ya y es aún este año cándidata a la vicepresidencia por el partido comunista norteamericano-, Geraldine Ferraro declaró ayer: "Estoy intimidada, pero no hasta el punto de pensar que no podría asumir ese papel".

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