El SEPLA niega que los pilotos despedidos por Iberia cometieran faltas muy graves
Fuentes del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) desmintieron ayer que los pilotos despedidos el pasado miércoles por Iberia hubieran cometido faltas muy graves en su actividad. Según estas fuentes, las incidencias estaban perfectamente justificadas y en ninguno de los casos fueron debidas a la voluntad de los comandantes de vuelo. Iberia, por su parte, anunció ayer que está dispuesta a negociar la retirada del expediente de regulación de empleo, siempre que el SEPLA desconvoque la huelga de pilotos. Un portavoz de la compañía subrayó que esta oferta no afecta a las sanciones impuestas a varios, pilotos.
Martínez Alcaraz, de 37 años, con 15 de antigüedad en la compañía, es uno de los pilotos despedidos por Iberia. Según la compañía, por negarse a volar con una bandeja de hielo oxidada. La versión de Martínez Alcaraz señala, por el contrario, que al subir al aparato descubrió que el sistema de fabricación de hielo del frigorífico estaba roto, lo que provocaba "un chorro de agua". Ante el temor de que el líquido se filtrara dañando los equipos, pidió a mantenimiento que arreglaran la avería o suprimieran el sistema de fabricación de hielo.El segundo de los pilotos despedidos, el comandante Lapaz, según la compañía, se había negado a realizar un vuelo incluido en los servicios mínimos. La versión de Lapaz señala que se le anunció verbalmente su inclusión en los servicios mínimos y que pidió que, se le comunicara preceptivamente, es decír, por escrito o telegrama. El vuelo salió con otro comandante. Posteriormente, Lapaz recibió el telegrama y se presentó ante el jefe de día para cumplir el servicio. Lapaz tiene 43 años y lleva 17 en Iberia.
El tercero de los despedidos, Carlos Pérez Caballero, según Iberia, mantuvo cerrado el aparato durante una hora en las pistas. La versión del piloto, publicada ayer por EL PAÍS, señala que el retraso, que nunca llegó a una hora, se debió al mal estado de uno de los equipos de tierra que suministran energía al avión.
En cuanto a la investigación abierta al secretario general del SEPLA, Martín Echevarría, al que se le acusa de haber retra sado un vuelo por haber salido a cenar, dejando abandonado al pasaje,el propio Echevarría indicó que al llegar a Valencia procedente de Londres él ya traía más de dos horas y media de retraso y que, efectivamente, pidió al segundo piloto que comprobara las maletas de la bodega, procediendo después al cierre de la misma. Cuando recibió la hoja de carga observó discrepancias entre el equipaje reflejado en la citada hoja y el contabilizado por el segundo piloto. Martín Echevarría lo comunicó al jefe de escala de Valencia, que le aseguró que el exceso de equipaje había sido metido después en el aparato. Ante el tenlor de que las male tas sobrantes no estuvieran controladas, Martín Echevarría mandó que se bajara toda la carga y se comprobara, lo que, según él, duró unos escasos 20 minutos. El vuelo siguió hacia Ibiza, donde se comprobó que el horizonte artificial es taba estropeado.
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