Francia hace balance positivo de su presidencia del Mercado Común

Existe una "complicidad administrativa y política, entre los dirigentes españoles y franceses, sobre la dificultad de las negociaciones" para la adhesión española a la Comunidad Económica Europea (CEE), declaró ayer el ministro francés de Agricultura, Michel Rocard. Él, al lado de sus colegas de relaciones exteriores, Claude Cheysson, y de asuntos europeos y también portavoz del Gobierno, Roland Dumas, ofrecieron una rueda de prensa para hacer el balance de la presidencia francesa de la Comunidad, que concluyó el sábado último y que ellos consideran muy positiva, de igual manera que en una u otra medida se piensa en los demás países miembros.En varias ocasiones, los tres ministros fueron interrogados, no por periodistas españoles, sobre el problema de la ampliación de la CEE a España y Portugal; nada de lo concluido en la cumbre de Fontainebleau, la semana pasada, fue puesto en entredicho, pero repetidamente se subrayaron las difíciles negociaciones que serán necesarias para que España esté a punto para ser miembro de la Comunidad.

"La pesca es, con mucho, la cuestión más difícil", reiteró Rocard. Anotaron los tres ministros que, para paliar en lo posible la complejidad de este problema, España se compromete a aportar los contratos de pesca que mantiene con países terceros, de igual manera que la CEE negocia con otros Gobiernos la ampliación de las aguas de pesca, comunitarias.

Refiriéndose a las fechas previstas (el 30 de septiembre fin de las negociaciones, y enero de 1986, ingreso en la Comunidad), los portavoces del Gobierno de París repitieron que el presidente, François Mitterrand, aseguró días pasados, en Madrid, a los dirigentes españoles, que el remate de la negociación podría retrasarse levemente, pero, en todo caso, que enero de 1986, se mantiene como fecha de ingreso; y que la firma del acontecimiento se efectuaría al mismo tiempo que la de Portugal.

Respecto al país lusitano se anotó, en el sentido de lo dicho, "que la negociación agrícola está casi terminada, puesto que ya se han fijado los grandes principios; y la negociación pesquera, hoy, ya está muy avanzada y podría concluirse este mismo mes de julio".

El ministro de Exteriores, Cheysson, se manifestó sobre los problemas que puede crear la ampliación, a España sobre todo, con países terceros como Marruecos, Tunicia e Israel, que mantienen relaciones comerciales (frutas, legumbres, aceite de oliva) con la Comunidad: "es un problema muy grave", estimó el ministro francés, máxime teniendo en cuenta que la CEE está dispuesta a "mantoner su política mediterránea".

Pero el mismo ministro añadió: "de todas maneras aún tenemos tiempo para desbrozar el terreno, si se piensa en que los períodos de transición son largos"; se refería Cheysson, sobre todo, al amplio espacio que mediará, en el caso de España, entre la firma del ingreso, dentro de año y medio y los dos lustros que, en el caso de algunos productos, tendría que esperar para convertirse realmente en un país miembro de la CEE.