17 supervivientes del petrolero 'Tiburón' viaja a Teherán para volar en las proximas horas a España
Los 17 supervivientes españoles del ataque iraquí del pasado miércoles contra el buque suizo Tiburón iniciaron ayer viaje por carretera desde el puerto iraní de Bushehr hasta la ciudad de Shiraz, en el interior de Irán. Una vez allí, tenían previsto volar hacia Teherán a las 22.45 hora iraní, 8.45 hora peninsular española, según informó a EL PAÍS Javier Oyarzún, embajador de España en Irán. De los ocho hombres que perdieron la vida en el accidente, siete de ellos españoles, no se ha recuperado más que un cuerpo, el de Etelvino Duarte Araújo.
El cadáver de Duarte Araújo, el mecánico gallego que consiguió abandonar la sala de máquinas y trepar hasta cubierta con el vientre destrozado, y que posteriormente falleció mientras era trasladado a tierra firme en helicóptero, permanece en el depósito del hospital Fatimiyeh Zorah del puerto iraní de Busher, desde donde será enviado a Teherán y, posteriormente, repatriado a Galicia.Tanto el embajador Oyarzun como el primer secretario, Javier Vallaure, y la cónsul, Goyita Manucheri, acudieron anoche al aeropuerto teheraní de Mehrabad a recibir a los supervivientes y alojarles en el Grand Hotel.
Los 17 hombres viajarán "cuanto antes" en dos grupos, ocho de ellos a Vigo, otros ocho a Santiago de Compostela, y el segundo oficial, capitán Francisco Luis Clar, a Madrid, si bien se presume que permanecerán algunas horas en Teherán para cumplir las formalidades exigidas a su compañía. Si no surgen complicaciones, los supervivientes llegarán a España en la tarde de mañana domingo, según fuentes de la Embajada española. Los trámites para lograr la repatriación del cadáver de Etelvino Duarte corren a cargo de la embajada y son responsabilidad de la empresa Sea Wave, filial en Teherán de la compañía Suisse Outremer, propietaria del buque Tiburón, atacado por un misil Exocet de la fuerza aérea iraquí.
El superpetrolero ha sido remolcado a aguas internacionales, fuera de la zona de guerra, equidistantes de las costas de Arabia Saudí e Irán. El fuego declarado a bordo había sido controlado a última hora de la tarde, según anunció la compañía encargada de evitar que se prendieran o se esparcieran por las aguas las 250.000 toneladas de crudo que viajan a bordo.
