Figueiredo retira su propuesta de retrasar la elección directa de su sucesor hasta 1988
En una maniobra inesperada, el Gobierno brasileño retiró, en la mañana de ayer, la enmienda constitucional presentada al Congreso por el presidente Joáo Figueiredo hace dos meses. Esa enmienda restablecía elecciones presidenciales a través del voto popular en 1988. La retirada se debió a que la oposición, a través de una hábil interpretación del reglamento de] Congreso, descubrió una fórmula que transformaba la enmienda presidencial en el restablecimiento inmediato de las elecciones directas.
La enmienda de Figueiredo reducía el período presidencial de seis a cuatro años, restablecía el sistema del sufragio universal, pero mantenía la elección del sucesor del actual presidente por la vía indirecta. Es decir, el sucesor del general Figueiredo sería elegido por un colegio electoral. La oposición decidió dividir la enmienda, votando por separado la última parte del texto. De esa manera, quedaban restablecidas de inmediato las elecciones directas para la presidencia de la República.
El partido del Gobierno intentó presionar por todos los medios a sus propios parlamentarios. Pero las divergencias internas, agravadas en las últimas tres semanas, hicieron surgir un poderoso bloque disidente, capitaneado por el vicepresidente Aureliano Chaves, que reunía los votos suficientes para respaldar la maniobra de la oposición.
