Política y ecología

En relación con la carta publicada en EL PAÍS el 17 del presente, bajo el epígrafe Política y ecología, y en el que se alude a mi contribución al Libro de la naturaleza de EL PAÍS, me gustaría hacer las siguientes precisiones. Dice el comunicante, señor Muñoz, miembro de la gestora federal de los verdes de León, que en mi trabajo no aludo para nada al partido verde nacido en el II Festival de Cine Ecológico de Tenerife, y se pregunta de qué vamos el señor Tamames y yo. Bien. Cuando Ramón Tamames solicitó mi colaboración en el libro, no me indicó extensión, así que yo, en 20 folios, contaba, desde luego, la intentona de Tenerife, e indicaba que, según mis recortes, ésa era la tercera para constituir un partido verde a mimética imagen de los alemanes (hay, pues, dos anteriores). Cuando más tarde Tamames me indicó que sólo disponía de cuatro folios, tuve que reescribir mi artículo, suprimiendo todo lo que consideraba menos relevante; fue así como desapareció, por mi propia mano, la referencia a que se alude. Sin embargo, mi opinión sobre estos intentos de montar partidos verdes en nuestro país sí que quedó clara en dicho artículo. Por último, yo no sé de qué va el señor Tamames, pero Fernando Parra no va, desde luego, de verde; todo lo más, de morado, pues estoy hasta las narices -y de ahí tan subido color- de intentos oportunistas de capitalizar votos aludiendo a la patria, la madre o el medio ambiente.-